EL DIA QUE
NESTOR NO LLEGÓ
Aquí los días se las ingenian para transcurrir despacito. Parece
que todo pasara en cámara lenta. Alguien va a salir, yo me levanto
como un resorte, sonrío y muy diligente abro la puerta. El ricachón
sale. Le deseo que le vaya bien y cierro la puerta. Me dirijo a mi
silla una vez más. Cuando llegan, lo mismo; hay de que no recuerde
la cara de alguno y me demore en abrirle la puerta, arde Troya;
ellos creen que por ser ricos se les debe recordar siempre.
- ¿Cómo amaneció doña Carmenza? ¿Cómo está niño?. Cómo le va
señor?.
La misma pregunta y la misma respuesta. Obvio. ¿Cómo más les va a
ir?, a los ricos siempre les va bien, y aunque les vaya mal, el
problema mayor nunca lo tienen: La falta de plata.
Mi única distracción en medio de este tedio, es escuchar las
noticias en este radiecito. Hola y a propósito de noticias, esa tal
banda de los Equis está desatada, ya van tres robos grandes, una
joyería y dos carros de valores, siempre dan el golpe entre las ocho
y las diez de la noche. Deben de ser muy inteligentes esos manes,
porque nunca dejan ni el rastro. El día del asalto en la joyería
hirieron a una prima mía en la nalga, sí en la nalga, pobrecita, no
le digo que los pobres somos los más de malas. En un centro
comercial donde van ricos y en el tropel solo caen los pobres.
Uy, allí parece que viene Lety.
- Lety como estás de linda hoy, claro que todos los días estás
linda, pero hoy es más que ayer tu hermosura.
Bueno hay que decir de vez en cuando una mentirita piadosa, a los
pobres también nos gusta que nos alaben, pobre Lety, tan feita la
pobrecita. Pero a los pobres nos da hambre y la plata no alcanza para
comprar el almuerzo en un barrio de ricachones como éste. Lety es la
única que me saca del trance regalándome el almuercito a espaldas
de su patrona. Desde que Sofía cree que la engaño con otra, está
enojada conmigo y me tiene en ayuno. Hace dos semanas que no me
prepara el almuercito para traer a este turno. Aunque en parte es
peor cuando me toca de noche, llego tarde y ella cree que salgo con
otra.
Ojalá Nestor venga a la hora que le toca, últimamente cuando él es
quien me releva se me forma un lío en la casa. Los celos de Sofía
se agrandan al verme llegar dos o tres horas después de lo esperado,
nunca me ha creído que Nestor llega tarde. El granuja siempre tiene
un cuento nuevo. Que el bus se varó, que su madrecita se enfermó,
que él casi se muere y lo peor es que acompaña estos cuentos con su
cara de tonto y su préstame que mañana te pago y yo caigo siempre
como un bobo. Bueno un favor se le hace a cualquiera, ¿o no?.
Siempre le explico a Sofia que Nestor llega tarde y ella dice: Que
va, esa es una Nestar. Hasta tiene razón en dudar, tras de tarde
llego sin plata.
Ayer Nestor me juró que hoy estaría aquí puntual y que además me
pagaría la plata que le he prestado todos estos días.
Hoy el día se me pasó menos lento, gracias a mi Dios. Llegaron las
cinco de la tarde y nada de Nestor, hoy como que también me toco
doblarme.
Que cansado estoy, Sofía no me va a dejar entrar. Allá veo mi casa.
¿Qué pasaría. Y ese carro de la policía, ¿qué hace allí?.
- Si, soy yo, ¿Cómo? ¿Qué que tengo que ver con Nestor López?
¿Qué él pertenece a la banda de los Equis? , ¿que Nestor está
muerto?. No entiendo nada señor agente. Pero como me van a llevar,
si yo no he hecho nada. No señor yo no soy cómplice de Nestor.
Ya ven, yo aquí metido en la cárcel, ahora si que los días pasan
más lentos y creo que seguirán transcurriendo así en cámara
lenta. Todo por creerle a Nestor, que en paz descanse. Es que los
pobres somos muy de malas.
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