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BiblioExperiencia: Transformando debilidades en fortalezas y sueños en metas


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Autor: Juan Carlos Sánchez Mondragón
Estudiante Contaduría pública


Hace un par de años me hallaba inscrito en el curso de redacción de textos y técnicas de estudio del programa de contaduría pública de la sede Tuluá. Para esos días solicité ver contabilidad en la sede de Buga porque se me dificultaba comprender la pedagogía de nuestro profesor, así que agradeciendo a Dios por tener esa posibilidad, atendí muy puntualmente todas mis clases... ¡no quería perderla de nuevo claro está! La verdad es que no era culpa de él; era mía porque llevaba muchos años desvinculado de los estudios y debí ser mucho más diligente con las prácticas de cuentas. Pero bueno, ¡ni modo! Creo que es mejor perder y aprender bien, que ganar con trampa y al final del proceso no saber nada o sentirte inseguro de tus habilidades como contador algún día.

"En la vida real no pierdes el parcial... se pierde la tarjeta profesional por un error ante la Dian". - R.S.

Ya que me sentía motivado por las facilidades que me brindaba la Universidad del Valle para poder avanzar en mis estudios y no tener que esperar un largo año para poder verla de nuevo; decidí dedicarle mucho más tiempo a mis trabajos y prepararme para las evaluaciones adelantándome un poco con la ayuda de los textos de la biblioteca. De ese modo, cuando salía de mis clases en la sede de Buga o en la sede de Tuluá; en vez de salir de prisa para mi casa como lo hacían la mayoría de mis compañeros de la tarde, empecé a echarle un vistazo a las revistas y libros de su biblioteca.

La primer revista que tomé al adentrarme por primera vez en la biblioteca de la sede Univalluna en Buga, estaba sobre la barra de la bibliotecaria, a simple vista; tenía un reportaje sobre el artículo que yo ya estaba planeando escribir para el final de curso, en la asignatura de redacción de textos (ya nos habían dado el cronograma de clases y plan de trabajo)... me pareció una coincidencia bastante agradable ya que uno de sus titulares en primera plana hablaba sobre aquello que me interesaba escribir. La tomé, me senté como todos lo hacen... en los corredores de nuestra Alma Mater y la leí toda. Luego entonces, tomé nota del autor del artículo que me llamó la atención, el ISBN de la revista, y los demás datos bibliográficos en ella. ¡Claro! Para citarlo en mi trabajo. Desde entonces, empecé a tomarle mucho más agrado a la lectura y a la escritura.

Hacia el final del semestre nos ha pedido nuestro maestro de redacción lo que ya sabíamos que iba a solicitar: un texto cumpliendo con todas las normas técnicas incluyendo los datos bibliográficos. El tema era libre. Lo entregué sintiéndome feliz por haber aprendido mucho a lo largo del semestre; mi ortografía era terrible porque mi fuerte siempre fue el inglés desde la adolescencia, pasé dos años estudiándolo en Estados Unidos, por ende, fallaba mucho en español.

Al iniciar el año 2.014 me dispuse a leer seguido en la biblioteca y a crear blogs en la web con lo aprendido en el curso de informática (que también forma parte de la malla curricular de contaduría), para escribir mi opinión sobre todo lo que leía. Poco a poco fui ganando seguidores y eso me entusiasmó a ser columnista de prensa. Para inicios del 2.015 envié una solicitud para escribir en la sección de opinión del semanario "El Tabloide", el cual es el periódico más leído en mi ciudad (también circula en 24 municipios de los 42 que tiene el Valle del Cauca). Me pidieron un texto de prueba para saber si mi estilo se ajustaba al perfil esperado. ¡En hora buena!  ¡Que me aceptaron! Desde entonces me he dado a conocer como columnista de éste.

Para muchos puede ser algo trivial, pero para mí es un orgullo saber que mi debilidad la transformé en una fortaleza, y ahora, sueño con ser escritor. En busca de hacerlo una realidad, ya cuento con 5 blogs de mi autoría, un libro de poesía y una novela en la web con acceso gratuito para tablets; he pasado a la segunda fase del 9° Concurso Nacional del Cuento RCN en Colombia con uno de 7 que llevo escritos en mi ordenador. (Motivo de gran alegría si se considera que ha pasado los dos filtros: de entre más de 24.000 cuentos que fueron seleccionados en la primera fase y más de 5.900 en la segunda). ¡Ojalá gane!

Hoy en día, estoy finalizando una historia de ciencia ficción con la que espero darme a conocer a nivel nacional. ¡Bueno, ésa es la meta! ¡Quizá suceda, o quizá no!... pero lo que sí sé, es que ese sueño se forjó, entre los libros de la DIVISIÓN DE BIBLIOTECAS DE LA UNIVERSIDAD DEL VALLE.


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