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Mostrando entradas de septiembre, 2016

Concurso cuento corto: Cuento para leer en clase

    Cuento para leer en clase Salvatore no había tenido un buen año. Aunque el sol disminuía su asedio, hacía un bochorno tremendo en ese salón oscuro. Las ventanas estaban abiertas y los ventiladores a toda marcha intentando mitigar el calor. Faltaba una hora más o menos para que acabara la clase. Larrahondo los puso a escribir un cuento en el tiempo que quedaba, algunos incluso alcanzarían a leerlo. Máximo una cuartilla. —Tiempo, jóvenes. A ver, que salga el italiano—dijo Larrahondo simulando estudiar la lista. Salvatore salió al frente. Arrancó la hoja del cuaderno con violencia. Todos murmuraron y rieron cuando leyó el título: Cuento para leer en clase. Larrahondo también desconfió del título y lo juzgó escuelero. Salvatore se aclaró la voz con un sonoro carraspeo e inició la lectura. —Procuro siempre entrar primero al salón de clase para tomar el puesto más cercano a la puerta—aquí hizo contacto visual con sus compa...

Concurso de Cuento corto: El domador

        El domador Un domador de tigres realizaba su espectáculo frente a una multitud sorprendida. Sólo Dios, que conoce la trama secreta del universo, entendía el engaño: el hombre se dejaba llevar, la fiera le ordenaba que le ordenara…      

Concurso Cuento corto: El silencio de Al-Nabek

El silencio de Al-Nabek Aterrizó en Al-Nabek a las trece horas. Una brisa descendía de las montañas de Qalamun arrastrando la arena del desierto hacia la ciudad. Tomó un taxi que lo debería dejar en el hotel en no más de veinte minutos. Mientras recorría las calles, notó que los andenes estaban tomados por mercaderes de frutas y de telas, de especias y fragancias. En una acera alguien extendía una alfombra con diseños orientales. El tráfico se hizo lento y maldijo la posible tardanza. Lo relajó la Quinta sinfonía de Beethoven que sonaba en la radio. Según el conductor, que se dirigió a su pasajero en un inglés precario, el atasco era producto de un choque múltiple. Extrajo el celular de su bolsillo para enviarle un mensaje a su esposa. En casa estarían durmiendo, seguro Teresa se lo leería a los niños en el desayuno, pensó. Miró por el panorámico trasero una larga hilera de carros viejos. El conductor del auto vecino, un anciano de barba cana y ensortijada, des...

Concurso de Cuento corto: Jeison

  Jeison Jeison se llamaba ese perro querido. Fíjese que cuando recién lo trajeron a mi casa, teníamos un conejito negro. El perro con apenas un mes y medio le tiraba sus guascasos pero el conejo saltaba y le pegaba con sus patas en el hocico. Yo le decía a mi mujer, óyeme bien, guarda a ese conejo que ese perro le va a dar su muelazo. A los pocos días llegamos y el conejo ya era historia del pasado compadre. Ese día le puse el nombre. Yo no quería los nombres de siempre que Danger, Killer, Zeus, sino algo original. Al ver ese conejo todo desparramado le dije al perro tu eres Jeison, y vieras, me voltió a mirar como si ese hubiera siempre sido su nombre. Cuando tenía un año y medio le trajeron una perra, Malibú, que no se había dejado preñar de ningún perro y el dueño la quería regalar. A todos los pretendientes los mandaba malheridos para la casa. Cuando me la trajeron, ese mismo día la encerré en el patio con Jeison y como estaba en calor, Jeison salió a olerla y Malib...

Concurso de Cuento corto: La creación indefinida de Fra Mauro

    La creación indefinida de Fra Mauro No puedo recordar cuanto tiempo llevo persiguiendo el fin del mundo. Mis amigos y familiares me creyeron loco pues es de conocimiento general que el mundo no tiene fin, se construye y reconstruye a menudo. Nuestro dios es un demiurgo, un dios que organiza a su antojo lo establecido, expandiéndose cada día, imitando la perfección. Tarde años en alcanzarlo, mi cabello encanecía y mis pasos se hacían más vacilantes. Tantos kilómetros recorridos persiguiendo la línea donde los colores del mundo se difuminan y terminan en un vacío blanco. Ese día pensé que moriría de la impresión, la blancura era embriagante pero no duró mucho. Vi con mis propios ojos cómo trabajaba dios. En un parpadeo aparecieron cordilleras verde limón y con cada segundo que pasaba se llenaban de detalles. Bosques y ríos serpenteantes. Un mar con olas blancas y barcos gigantes. Grandes enunciados ilegibles para nosotros. No fui ...

Concurso Cuento corto: Pensamiento de una noche

Pensamientos de una noche Volví a escribir… pero esta vez no por nadie, no para nadie…para mí. Aunque no voy a poder evitar mencionar al personaje favorito de mis historias… por él ganaría un best seller … Lástima todas las hojas llenas de historias que he botado, pero ¡Ey! Me quedan muchísimos más cuadernos y muchísimas más historias que compartir… Siempre escribo como si alguien me fuera a leer, a veces me creo una súper escritora, pero sólo plasmo lo que pienso, cómo veo la vida y parece ser que a la gente le gusta… Sí, creo que seguiré escribiendo como una terapia en donde sólo me concentro en escribir lo que sale de mi cabeza y no volveré a releer porque, si ni yo misma soporto mis pensamientos ¿Por qué alguien más lo haría? Ahora me pongo a pensar si en vez de estar escribiendo aquí debería adelantar mi trabajo de grado, algo así como reacomodar mi tiempo… el problema es que ahora que no tengo trabajo cuento con mucho tiemp...

Concurso Cuento corto: Señorita Gata y Libertad

      Señorita Gata y Libertad     En el mundo de las sonrisas ha habido una revuelta, conmoción por todos lados hay. El caos se apodera de las calles. Todos corren, pocos piensan. En el frente de batalla una gata blanca de botas negras guiando está, con maullidos libertarios lidera a los que quieren seguirle. Se dirigen hacia el centro de las sonrisas.   Hace tres meses nadie imaginaba lo que ocurriría esta tarde de verano, aquí en el mundo de las sonrisas. Hace tres meses nadie sabía que oponerse era una opción. Nadie creía que “hacer” era posible. Todos se conformaban con ver y aceptar, con escuchar y obedecer. Porque así es como se vive en el mundo de las sonrisas, así es como es… o como era. Tres meses atrás tuvo lugar el evento inicial, suceso que desembocó en lo que sucede esta tarde de verano.   Doña Gata, dueña de una hermosa sonrisa llamada Libertad, era. Y la señorita Gata, hija de doña Gata, ...

Concurso Cuento corto: Una triste noche.

        Una Triste Noche       En esta oscura noche, el cielo me pide que le cante. Pero yo no sé cantar, lo único que puedo hacer es aullar. En esta noche, oscura noche, noche sin luna, ya no quiero ser lobo quiero ser aire. Pero la existencia me ha corrompido, ahora mi mente es perversa. Mi corazón solo odia y mi alma no puede oscurecerse más.   Cada suspiro que emerge de mi inconsciente mente, baja a mi pecho y lo inunda de una inmensa melancolía, y al salir de mis fosas nasales siento que muero un poco más. Como si en cada exhalación olvidará como respirar y me ahogara lentamente. Me tiembla la claridad mental, enfermo estoy. Noté los síntomas a tiempo, pero me mentí al pensar que todo estaría bien. Ahora me miento al decirme que puedo soportarlo, me digo que no hubieron víctimas ni victimarios, pero la verdad es que soy yo él que paga por este crimen. Sin importar lo que quiera, los sentimientos me tra...

Concurso Cuento corto Gerantofobia

Gerantofobia ¡No me gusta el olor a viejo! Me imagino que no pensaran nada positivo de mi, pero que puedo hacer, no lo tolero. Trabajo desde las 7 am hasta las 7 pm, en un ancianato al sur de la ciudad, muy lindo por cierto. Trabajo para que el acercamiento a la muerte de estas personas sea lo más placentero posible; al principio me sentía muy feliz, pero hoy tras pasar 20 años trabajando en este mismo lugar y con el mismo oficio, siento tan desagradable ese aroma que desprende el tiempo. Olor a viejo, voy en el bus a mi hogar, a mi rinconcito intimo, llego al cuarto y lo primero que diviso es el espejo, costumbre de toda la vida, veo arrugas, no las usuales, no la de los 40, las veo intolerablemente más pronunciadas. Me siento mareada, seguro por el impacto, ahora qué voy a hacer, si mi esposo me ve así, no va a creer que soy yo, mejor duermo, descanso. A lo mejor sea estrés. Amaneció, me siento como si estuviera molida, me paro lentamente, mis huesos quieren desfalle...

Concurso Cuento corto: LA NEGRA CARLOTA

LA NEGRA CARLOTA Ahí viene! La negra Carlota que se pasea por la plaza, los chicos se vuelven locos por su cintura y su cadera. Pero mira que no ven lo que lleva por dentro, se siente triste, absolutamente sola, denigrada y sin dignidad aluna. Por qué todos los días, tiene que salir a vender su cuerpo, para poder mantener a sus ocho hijos. MARIA CUENTO

Concurso cuento corto: No te muevas

NO TE MUEVAS “Te volves loco allí afuera, y adentro no deja pensar el calor y el fragor de afuera.  Entonces empiezas  a o ír como el viento se lleva las hojas en la calle, pareciera un huracán vigoroso que hace crepitar las hojas como si se partieran; que sonido tan agradable, podría dormir y levantarme todos mis jodidos días con ese sacro sonido. ¡Oh! Pero no es solo eso, ahora es débil el viento, tanto que apenas escucho hojas arrastrándose y resquebrajándose, asemeja el sonido de las gotas de lluvia al caer, ojala fuese lluvia. Así esta horrible escena no parecería tan mala e iría inspirado por la humedad a esconder el cuerpo, pero, que va a ser la lluvia si ni siquiera el viento puede llegar hasta este rincón de la casa. Tanto sufrir con este calor y el maldito viento no llega, podría morir... si tan solo lloviera, igual no quiero morir de otra forma, si no llueve no muero, seguiré aquí entonces.” El cuerpo de ese desgraciado sigue chorreando sangre de su ca...

Concurso cuento corto: La partida de la Luz

La partida de la Luz   A Felipe  Cuando estrella llegó a casa, los no-encontró; ellos se habían marchado para no volver, dejando su uniforme de vida en el piso de casa.  Estrella nombraba con ternura a Sol, su padre, y Luna a su madre; esta analogía significaba coexistencia, mutua necesidad, acercamiento lejano, confluencia de astros y un roce no permitido.  Sol y Luna se habían marchado, dejando un mensaje en el aire que Estrella logró percibir, el dolor de la tragedia que marcó un instante imborrable. Ya la luz y el calor de Sol no se encontraban, la tranquilidad de Luna no llegaba, el día y la noche se ocultaron tras un eclipse amarillento y arenoso.  Estrella entendió que todo había cambiado, que era la hora, el justo instante en el su deber era ser fuerte, desencadenar por sí mismo la noche y el día, entendió que el mensaje le invitaba a ser más que una Estrella, trascender, juguetear con fortaleza en los azares de la desdicha y m...