Friecitos. ¡Maldita sea!, de nuevo ese maldito frío, ese maldito escalofrío que te recorre todo el cuerpo, ¿qué lo producirá?, es extraño, como si se saliera de adentro, al parecer es el que enfría tus alrededores y no al revés, como si vos fueras el motor de ese frío tan extraño, que te pone la piel erizada. ¿Tal vez, por qué ha pasado de nuevo?, ¿Te has quedado sin ilusiones qué nunca tuviste, otra vez?, eso parece ser. ¿La viste cierto?, la viste acompañada y ella te vio acompañado, a ella de un él y ella te vio a vos de un cigarro. Pensó mal de ti, ella por tu compañía, tal vez con desagrado y vos pensaste de ella que, nada, no pensaste nada, porque el infrasonido que produjo tu ilusión quebrándose, no te dejaba ni siquiera escuchar tus pensamientos, te dejó aturdido, como ya has sabido quedar incontables veces. Entonces, ¿Cuál es el problema?, si ya sos un experto en esos friecitos tan fríos, en esos aturdimientos enceguecedores. No deberías tener inconvenien...