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Mostrando entradas de mayo, 2022

VI Concurso de Cuento Corto: Envidia y alivio

    Sara y Camila se conocen desde bebés, Sara vivía al frente de la casa de Camila y al crecer estudiaban en el mismo colegio. Ambas eran inseparables. Los padres mimaban demasiado a Camila, ella tenía una habitación enorme, llena de juguetes y una cama de princesas. Los padres de Sara tenían una vida modesta, pues Sara tenía tres hermanos mayores, sin embargo, vivía en un hogar amoroso y feliz. Mientras que Camila, a pesar de estar rodeada de lujos no tenía hermanos y en su hogar la madre y el padre permanecían ausentes la mayoría del tiempo por trabajo. Ambas niñas compartían sus vidas alegremente, pero en su interior envidiaban la vida de la otra, lo cual nunca fue impedimento en su relación hasta que llegó el décimo cumpleaños de Camila. En aquella fiesta llena de pasteles, bailarinas, juegos, niños correteando y decoraciones festivas, fue el día en el que ambas amigas escucharon una conversación en la que la madre de Sara le preguntó a la madre de Camila si no pensaban...

VI Concurso de Cuento Corto: Volver

  Fue en la vereda La Plata, junto al radio, que Arsenio cayó en cuenta de la miserable ciudad. De sol a sol había trabajado el opita durante cuarenta y ocho años en su tierrita. Entretanto, una radio vieja le contaba historias en forma de noticia: un virus había parado el mundo. Pero Arsenio, ni sabía lo que era un virus ni lograba imaginar un mundo. La vida en sus sembrados no paraba, el Sol no incumplía y en el cielo cada día más pájaros volaban. Divertido por las historias que la radio se inventaba, apagó el cacharro y volvió al trabajo con su compadre.   •         Mano, en el noticiero alguien dijo que todos estamos jodidos. Yo no me había dado cuenta.

VI Concurso de Cuento Corto: ÉL

Y él estaba allí, en ese lugar oscuro donde aprovechando su fuerza de hombre me hizo dejar de ser una mujer pura.   Aún lo recuerdo como si fuese ayer y por más psicólogo que visitase sería imposible olvidar lo vivido. Sus manos eran únicas, eran tan suaves y tenían un agradable aroma, me agradó que su sudor se quedará en mí y las gotas bajarán poco a poco por todo mi cuerpo, pero aun así lo quiero muerto.   Ninguna mujer merece que la obliguen a hacer algo en contra de su voluntad, no importa sus creencias, su color de piel, su vestimenta o cualquier estúpida excusa que la sociedad inventa para que la culpable siempre sea ella.   Esa noche iba a visitar a mi novio, bueno para ser sincera iba a pedirle que volviéramos de la ruptura que él me había hecho por algunas conversaciones donde un ex me pedía un encuentro sexual.   Al caminar un poco, me encontré con los efectos que las sustancias psicoactivas logran ocasionar en las personas. Él era un niño realmente por lo ...

VI Concurso de Cuento Corto: “EL INFIERNO SON LOS DEMÁS”

  En el horizonte donde se pegan los sueños y los zancudos contra el parabrisas, afloraron como si nacieran del cielo un grupo de hombres armados que hicieron detener nuestro vehículo:   ·          ¿Para dónde van? -gritó uno mientras metía su cabeza rapada dentro del carro-.   ·          Somos de la Defensoría del Pueblo y venimos a proteger a las víctimas sobrevivientes de la masacre de ayer, -le dije con una voz de emisora nocturna que sabía que sobreponerse a la suya era morirse-.   ·          ¿Y cómo va a proteger a los muertos, huevón? -murmuró otro mientras buscaba risas entre sus compañeros-.   Iba a responderle, pero la cacha del fusil fortalecida por el sudor y la grasa que cae de las axilas me había dado por encima de la ceja y un caudal rojo se me metió a los ojos; lo demás se resume a los ojos vendados, las manos ...

VI Concurso de cuento corto: LA OBSERVACIÓN DE MATEO

  Como era costumbre Mateo se encontraba en la biblioteca. Meses atrás se acomplejaba por no contar con una computadora o celular inteligente como sus otros compañeros, por lo cual se veía obligado a ir a la biblioteca, al principio ese lugar le parecía silencioso y aburrido, sin embargo, las tareas no se hacen solas y debía terminarlas, estaba acorralado, sus padres hacían un esfuerzo enorme para darle la oportunidad de estudiar y no podía desaprovecharla.   Poco a poco ese lugar se convirtió en un espacio inimaginable podía dejarse llevar por su imaginación y deleitarse con el olor de un libro nuevo. Mateo iba de continuo y había destinado un lugar para hacerse, era la última mesa al lado derecho de la biblioteca, desde ahí podía observar todo, desde la sonrisa de la bibliotecaria al leer el libro de poemas y recibir cómplices miradas del jardinero, hasta el niño que con ruido entraba al lugar y al verse sorprendido, no le quedaba más que guardar silencio y sentarse en una d...

VI Concurso de Cuento Corto: “ENTRE MUERTOS”

  La pala que había resistido las embestidas de miles de cosechas y que el papá de mi abuelo la había heredado del suyo, acababa de romperse por la mitad después de un sonido seco como de leña que se quiebra y una chispa reventara la neblina que cubría el cafetal. Mi abuelo, un tipo que partía peinillas pero nunca palas, reconoció algo más en la estridencia del sonido que aún continuaba pegado en las hojas mojadas de la montaña; “Aquí hay guaca”, dijo, y su compadre que llevaba rato recostado contra un árbol verduzco de cara triste tratando de espantar una tos, abrió los ojos, levantó las cejas como si dijera con su ademán “si lo dice Herney que es el mejor de los guaqueros, entonces así es”, y afirmando mi interpretación dijo, sin mirar a nadie después de limpiarse con el borde de un trapo rojo que llevaba en su hombro una hebra de babas que le colgaba del bigote, “Sí lo decís vos Herney, yo te creo”, entonces cuando Álvaro, que así se llamaba el compadre, alzó su pala al cielo, d...