Sara y
Camila se conocen desde bebés, Sara vivía al frente de la casa de Camila y al
crecer estudiaban en el mismo colegio. Ambas eran inseparables. Los padres
mimaban demasiado a Camila, ella tenía una habitación enorme, llena de juguetes
y una cama de princesas. Los padres de Sara tenían una vida modesta, pues Sara
tenía tres hermanos mayores, sin embargo, vivía en un hogar amoroso y feliz.
Mientras que Camila, a pesar de estar rodeada de lujos no tenía hermanos y en
su hogar la madre y el padre permanecían ausentes la mayoría del tiempo por
trabajo. Ambas niñas compartían sus vidas alegremente, pero en su interior
envidiaban la vida de la otra, lo cual nunca fue impedimento en su relación
hasta que llegó el décimo cumpleaños de Camila. En aquella fiesta llena de
pasteles, bailarinas, juegos, niños correteando y decoraciones festivas, fue el
día en el que ambas amigas escucharon una conversación en la que la madre de
Sara le preguntó a la madre de Camila si no pensaban tener otro hijo, a lo que
ella contestó que les costó demasiado dinero tener a Camila pero que no
importaba pagar lo que fuera por otro hijo, la madre de Sara le contestó que
tener a su hija solo les costó 30.000 por tres horas y ambas rieron. Las niñas
se miraron sin entender, Camila de inmediato soltó una risita y se burló de
Sara diciendo que solo costó 30.000 pesos mientras ella costó millones. A Sara
le disgustó y en tono antipático le dijo a Camila que, si tenían tanto dinero
porque no le compraban un hermano, le dio un fuerte empujón y molesta se fue de
allí. En la tarde del día siguiente, Sara seguía sin hablarle a su amiga,
miraba la televisión con su madre cuando de repente vieron luces policiales en
su ventana. al asomarse se percataron asombradas que los oficiales estaban
escoltando esposados a los padres de Camila y a ella, llorando y gritando, la
estaban ingresando a otro vehículo. Sara y su madre se asustaron tanto que muy
preocupadas y sobresaltadas salieron de la casa preguntaron a los oficiales que
ocurría. Un oficial les dijo que se trataba de un caso de trata de menores pero
que no podía dar más detalles. Esa misma noche toda la familia estaba atenta
escuchando las noticias, se reportó que un hombre y una mujer fueron arrestados
por pagar a una red de trata de niños una gran suma de dinero por una beba
recién nacida que había sido raptada de los brazos de madre biológica, quien
por años se dedicó a buscar a su hija y en conjunto con la policía lograron dar
con sus captores y con las personas que habían comprado los niños. El perfil de
los secuestradores descrito en el noticiero relató que no podían tener hijos
por cuestiones médicas y no cumplían con los requerimientos psicológicos para
poder adoptar. La familia de Sara estaba realmente impactada menos ella, pues
sintió alivio al pensar que ya no tendría que envidiar la vida de Camila.
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