¿A eso llamas amor?
— ¿Qué es
libertar? —
Pregunto aquella chica con
lágrimas en sus ojos.
— ¡Lo que me has
robado! — Grito
él, con el ceño fruncido y ojos desafiantes.
— ¿¡De qué
hablas!? Lo único que hice fue amarte —
Respondió ella, sonriéndole
tristemente.
— ¿¡A eso llamas
amor!?, ¡Pero si me quitaste todo! Eres egoísta solo piensas en ti
— Refunfuño,
tomando su abrigo dispuesto a marcharse.
— ¡Espera!,
¿¡Acaso eres un tonto!? Si te he dado todo incluso más de lo que
merecías ¿Cómo osas
hacerme tal acusación? — Grito, mientras sostenía la manga de su
camisa para que no se marchara.
— ¡Mujer,
apártate de mí! O hare algo de lo que seguro me arrepentiré ¡Estoy
cansado! ¿Acaso no lo
entiendes? Esa estúpida manía tuya de querer controlarlo todo es
sofocante, ¡La odio! Y te odio más a ti por haberme hecho amarte
aceptando tales condiciones.
— ¿Qué?, ¿Ahora
soy la culpable? Eres un cínico, pero si fuiste tú quien no cumplió
sus promesas.
— Quizás tengas
razón; pero eso no te daba el derecho de hacer lo que hiciste ¡La
mataste!
— Porque era tu
amante ¿Que esperabas que hiciera? Solo aclare algunos asuntos con
ella ¿Eso importa ahora?
— ¡Por supuesto
que importa!, ¡Estás loca! Me marcho —
Dijo retirando su brazo
bruscamente para liberarse del
agarre.
— ¡Espera! Si
sales por esa puerta…Te
aseguro que no volverás a ver la luz del día.
— ¡Oh!
“Cariño” te recuerdo
que no estás en condición de amenazarme, con solo una
llamada puedo hacer que
desaparezcas de mi vista.
— No estés tan
seguro… Jamás permitiré que me
dejes.
— ¡Ya es
suficiente! Eso que tú llamas “amor”
es solo una obsesión enfermiza, aquella mujer
no era mi amante ¡Nunca te engañé! Pero te empeñaste en
idealizarme y manipular cada aspecto de mi vida, que creaste una
realidad alterna en la que fui el villano; y no conforme con ello
también me culpaste por no ser el príncipe que esperabas.
— Eso no es verdad
solo quería hacerte feliz, si tanto te molestaba ¿Por qué no te
alejaste?
— Créeme que
también me he preguntado lo mismo, pero realmente no lo sé, quizás
verdaderamente te quería y pensé
que si me convertía en lo que idealizabas algún día podríamos ser
felices, ahora soy consciente de que nunca debí hacerlo.
— ¡Cállate!,
¡Mientes! Tú eres quien me engaño —Grito
entre lágrimas tomando el cuchillo
que estaba sobre la mesa, para luego dirigirse hacia el causante de
su enojo y apuñalarlo con fuerza.
— ¿Qué has
hecho? —Pregunto
agitado, mirándola a los ojos y llevándose la mano al pecho
intentando frenar la sangre. Después simplemente cayo inconsciente
en el frio piso de madera para entrar en un largo sueño del que no
despertaría jamás.
— Te lo dije…
No permitiré que me dejes, todo
estará bien ahora solo debes espera por mí,
pronto estaré contigo “mi amor”.
Autor:
Margi
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen nuestra Biblioteca ¡Gracias por Visitarnos!