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Tercer Concurso de Cuento Corto: ¿A eso llamas amor?








¿A eso llamas amor?

¿Qué es libertar? Pregunto aquella chica con lágrimas en sus ojos.

¡Lo que me has robado! Grito él, con el ceño fruncido y ojos desafiantes.

¿¡De qué hablas!? Lo único que hice fue amarte Respondió ella, sonriéndole tristemente.

¿¡A eso llamas amor!?, ¡Pero si me quitaste todo! Eres egoísta solo piensas en ti

Refunfuño, tomando su abrigo dispuesto a marcharse.

¡Espera!, ¿¡Acaso eres un tonto!? Si te he dado todo incluso más de lo que merecías ¿Cómo osas hacerme tal acusación? — Grito, mientras sostenía la manga de su camisa para que no se marchara.

¡Mujer, apártate de mí! O hare algo de lo que seguro me arrepentiré ¡Estoy cansado! ¿Acaso no lo entiendes? Esa estúpida manía tuya de querer controlarlo todo es sofocante, ¡La odio! Y te odio más a ti por haberme hecho amarte aceptando tales condiciones.

¿Qué?, ¿Ahora soy la culpable? Eres un cínico, pero si fuiste tú quien no cumplió sus promesas.

Quizás tengas razón; pero eso no te daba el derecho de hacer lo que hiciste ¡La mataste!

Porque era tu amante ¿Que esperabas que hiciera? Solo aclare algunos asuntos con ella ¿Eso importa ahora?

¡Por supuesto que importa!, ¡Estás loca! Me marcho Dijo retirando su brazo bruscamente para liberarse del agarre.

¡Espera! Si sales por esa puerta…Te aseguro que no volverás a ver la luz del día.

¡Oh! “Cariño” te recuerdo que no estás en condición de amenazarme, con solo una llamada puedo hacer que desaparezcas de mi vista.

No estés tan seguro… Jamás permitiré que me dejes.

¡Ya es suficiente! Eso que tú llamas “amor” es solo una obsesión enfermiza, aquella mujer no era mi amante ¡Nunca te engañé! Pero te empeñaste en idealizarme y manipular cada aspecto de mi vida, que creaste una realidad alterna en la que fui el villano; y no conforme con ello también me culpaste por no ser el príncipe que esperabas.

Eso no es verdad solo quería hacerte feliz, si tanto te molestaba ¿Por qué no te alejaste?

Créeme que también me he preguntado lo mismo, pero realmente no lo sé, quizás verdaderamente te quería y pensé que si me convertía en lo que idealizabas algún día podríamos ser felices, ahora soy consciente de que nunca debí hacerlo.

¡Cállate!, ¡Mientes! Tú eres quien me engaño —Grito entre lágrimas tomando el cuchillo que estaba sobre la mesa, para luego dirigirse hacia el causante de su enojo y apuñalarlo con fuerza.

¿Qué has hecho? —Pregunto agitado, mirándola a los ojos y llevándose la mano al pecho intentando frenar la sangre. Después simplemente cayo inconsciente en el frio piso de madera para entrar en un largo sueño del que no despertaría jamás.
Te lo dije… No permitiré que me dejes, todo estará bien ahora solo debes espera por mí, pronto estaré contigo “mi amor”.

Autor: Margi


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