Alile es una niña linda, muy inteligente, pero estaba muy triste porque en su colegio la rechazaban por ser de color verde. Su mamá la veía cada vez más triste y le preguntó qué sucedía
Ella dijo: “mamá yo no quiero ser verde, los niños en el colegio no quieren jugar conmigo. Yo quiero ser rosada como los demás”
Su mamá entendió la causa de su tristeza y le explico: “te voy a mostrar algo, cierra los ojos y cuenta hasta cinco”
Ella los cerró y contó hasta cinco: “uno, dos, tres, cuatro y cinco”
Cuando Alile abrió los ojos estaba con su mamá en un precioso lugar, era un bosque, donde corría una quebrada cristalina, rodeada de diversos árboles, algunos con frutas rojas, otras amarillas, flores y pájaros de todos los colores, el cielo estaba despejado y era azul radiante
La mamá le preguntó: Alile: ¿cómo te parece este lugar?
Hermosísimo, mamá, me gusta mucho, me transmite alegría
Luego le dijo: “cierra los ojos otra vez y ahora cuenta hasta tres”
Uno, dos, tres, contó Alile. Cuando abrió los ojos todo era rosado, el cielo, los árboles, las
frutas, las flores, los pájaros, el agua, los peces, todo en ese lugar tenía el mismo color
Su mamá le preguntó: “y ahora ¿cómo te parece este lugar? “
“No me gusta mamá”, respondió ella, “todo de rosado, es raro y aburrido”
“Bueno cierra los ojos otra vez y cuenta hasta tres”
“uno, dos, tres” ... ahora todo era verde
Su mamá volvió a preguntar: ¿y ese te gusta más?
“No mamá es igual que el otro, pero ahora todo es verde”
“Te gustó el primer lugar al que llegamos, entonces volvamos a él”
“Alile ¿y qué es lo que más te gusta de este lugar?”
“Que las hojitas de los árboles y el pasto son verdes como nosotras, pero el cielo es azul, el
agua es cristalina, los animales, las flores, los pájaros, son de todos los colores. Me gusta así
mama. Cada uno con su color, forman una pintura hermosa”
Vez Alile es como tú, eres hermosa cómo te hizo Dios, nuestra diversidad aporta alegría a la
vida, recuerda eso la próxima vez que vayas al colegio. Todos aportamos siendo diferente
“Sí mamá”, “ya no quiero ser rosada”. Respondió ella
El siguiente día que Alile fue al colegio, se sintió feliz de ser verde y más se emocionó, cuando encontró una niña nueva en el colegio de color amarillo. Ellas se hicieron amigas, sobresalían en el salón de clase por sus bonitos colores, su alegría y sus buenas calificaciones, y Alile les contó a todos en el colegio como su mamá le había transportado a un bosque, donde todo era rosado o verde y lo aburrido que resultó.
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