Series y despedidas.
Fue un sábado en la noche que Daniel no quiso salir y decidió quedarse en su casa, estaba cansado después de una larga semana de trabajo. Todo iba bien hasta las 10 pm, ya se había acomodado en el sofá, hizo palomitas y con un refresco se puso a ver una nueva serie en Netflix.
TOC
TOC
Sonaron golpes en la puerta, algo confundido, Daniel se levantó a mirar quién era, él no esperaba a nadie. Más, al abrir la puerta, nadie había, solo se vio una calle vacía. No le dio importancia y corrió devuelta al sofá.
Más al sentarse sintió mucho frío cuando antes todo era cálido. Abrir la puerta cambio el ambiente dentro, pensó, no obstante, nuevamente se concentró en la serie o al menos lo intento, algo se sentía raro, se sintió observado. Sé reacomodó en el sofá y tomo su bebida, por un rato todo marcho bien... cuando de la nada, la televisión se apagó y aunque tomo el control remoto, este no encendió.
Se levantó para mirar que sucedía, pero no más llegar frente a TV esta se encendió, pese a eso lo único que se veía era estática, sin ningún ruido en la imagen, más entre la estática empezaron a mostrarse letras hasta crear una oración. “Siempre te estaré acompañando”.
Daniel se paró y pego un grito recorriendo con la mirada toda la habitación, algo más estaba con él en la habitación. La habitación se tornó más helada, muy helada, mientras que Daniel sudaba, sus manos temblaban.
Estaré volviéndome loco, tartamudeo Daniel mientras estaba pálido por el miedo que lo invadía.
No sabía qué hacer, pero no se quedaría más tiempo en esta casa, asustado como estaba, corrió a su habitación a buscar su cartera, llaves y celular para irse algún lugar, cualquier lugar sería mejor que su casa, tal vez iría a un hotel o mejor una iglesia.
Pero ya habiendo buscado por un rato y no encontrar ni sombra de su cartera, llaves o celular, se empezó a impacientar. Él guardó aquí sus cosas, ya no sabiendo que hacer, se puso a rezar, lo que sea que estuviera en su casa no lo dejaría marchar.
Así que cerró la puerta con llave y se subió a su cama con la cobija hasta tapar su cara, sin dejar de rezar.
Se apagaron las luces, paso sonaron cerca y golpes en su puerta se empezaron a escuchar, Daniel rezo más rápido, le sudaba todo el cuerpo, su corazón sonaba como un tambor, lo sentía en la garganta.
TOC
TOC
Por largos minutos los golpes en la puerta no cesaron, las luces se encendían y apagaron una y otra vez, Daniel nunca paro de rezar. Entre los golpes en la puerta, una palabra escucho susurrar.
"Ad... Adiós ..."
Después del susurro, los golpes cesaron, la luz se encendió, el frío se marchó, como si nada hubiera ocurrido, todo volvió a la normalidad.
Ring
Ring
El teléfono sonó y casi le da un paro, Era Ana, la hermana de su novia. Ella no le dejó pronunciar palabra cuando dijo algo que le heló la sangre y rompió su corazón.
_Daniel es Laura, tuvo un accidente a las 10... Ella murió_.
Que bueno me gusto
ResponderEliminarHey! Este me gustó! Que buen texto!
ResponderEliminar¡Que buena historia!
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