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Carta al desamor: "Martes 13"




Martes 13
(Autora: A.)

Era lunes, la tranquilidad se sentía en el aire, los pajaritos afuera de mi ventana cantando, el sol brillaba un poco más que el día anterior. Sabía que tenía que haber puesto la alarma un poco más temprano, aun así decidí hacer lo que tenía planeado, debía ir por mi vestuario y terminar de ajustar los últimos detalles, estaba a solo un día del gran día. Tomé una ducha rápida, acompañada de un café más cargado de lo usual, sabía que si daba un paso en falso, nada sería como lo planeé. Decidí caminar y aprovechar el día; pasar por mi vestimenta y luego por la joyería. Pensaba, no deja de pensar en que pasaría desde ese momento en adelante, podría obtener dos resultados, igual de inciertos los dos. Esperaba de verdad que fuera favorecedor, pues jamás había imaginado que llegaría a pasar algo así. El día pasó de esa manera, entre tareas y pensamientos, entre mi imaginación ideando la reacción de aquella que me robaba los sueños. No pude dormir, sentía tantos nervios que termine desvelándome entre sueños con ojos abiertos y cabeceadas de esas que no dejan dormir. Martes, el día llegó, de seguro nadie imaginó lo que pasaría en las próximas horas, tomé las llaves de mi carro y fui por mi amada, la llevé a un picnic en las afueras de la ciudad, ese fue el momento de la verdad. El camino hacia aquel lugar se me hizo eterno, estaba nerviosa, pero el verla me calmaba de una manera que solo ella puede hacerlo. El momento llegó, sentía que ya era hora. De mi boca sale un emotivo « ¿Quieres casarte conmigo?», después de eso todo fue confusión. «No», esa fue la respuesta que me trajo de vuelta a la realidad.


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