Cuarto concurso de cuento corto: La chica de fragancia tangerina




La chica de fragancia tangerina

En un mundillo con una realidad repleta de: colores, figuras, sonidos y aromas…

Un sol de verano que evaporó las nubes, perduró en el sitio en todo su esplendor e hirvió aprisa la piel de quienes transitaban la zona. Ante la señal de color rojo, el protagonista aguardó a la aparición del color verde. Al mismo tiempo, en este desierto de concreto, se escuchó el rugir bárbaro de los motores, al instante, nubes grises cubrieron el panorama y el olor a “smog” envolvió la intemperie. Un aroma atípico, en medio de este desecado espacio produjo gran alboroto. Este en tal atmosfera inerte delató a una señorita como su propietaria que al ser identificada a más de un sujeto clamó su atención. Dos calles apartaban la jungla mercantil propia del centro comercial del bosque de conocimientos característico a la universidad.

La protagonista atravesó de la jungla mercantil al bosque de conocimientos, asimismo con sagacidad él fue tras su aroma. Aquí la obscuridad se apropió de los ojos de él, y lo último que vio fue un pasillo rectangular teñido por una coloración escarlata. De inmediato, la invidencia agudizó el sentido del olfato. Así fueron descubiertos un par de rastros, no sólo había un aroma, había aromas que evocaban al sufrimiento, aromas que emanaban alegría y aromas que conducían a un estado de alucinación. Después de decenas de pasos, súbitamente resonaron clarinetes, saxofones y xilófonos. El resonar de estos, luminosidad dio al pasar por este sector. De manera espontánea, el sonido generado con la precipitación de gotas de agua paralizó el resonar de los instrumentos.

¡Es imposible que esté lloviendo, el sol evaporó toda nube! Alguna fuga en los conductos de agua ha de ser la causa de este “gotear” - Pensó y se dijo él -

Hecha esta salvedad, se ausentó todo sonido y el color verde propio de la vegetación brotó. A su vez, emergió una nueva fragancia conjunta al olor tangerino, definida como “aroma de unidad de impresión”.

¡Cuántos aromas, cuantas formas!

Manifestó el protagonista a pocos instantes de transitar el camino que emergió a sus pies.

Números, letras y estructuras textuales le condujeron a un gran conglomerado de conocimientos.

¡El olor tangerino, ¿Dónde está, qué ha sucedido?! Expresó de manera exaltada; dicho esto al instante le chistaron.

Esa chica… ¿En dónde se ha metido?, su aroma me ha cegado. ¿Cómo he de recuperar la visión? -Pensó por instantes sin tener respuesta-.

Al recuperar la calma, recordó en donde se encontraba y entendió el motivo del chistar. Así, recordó que estaba en la biblioteca; pero cegado continuó.

Con vehemencia, se presentó el olor que siguió, pero mudo quedó. Minerva estaba frente a él. Para empezar dijo: “statu quo”, acto seguido, manifestó de manera fervorosa lo siguiente:
—“Tenerme a mí es tenerlo todo, no hay escudo más poderoso, no hay recompensa más grande. Usa toda mi armadura para protegerte del enemigo en cualquier momento que ataque; al final de la contienda tú habrás triunfado, no por la fuerza, ni por el poder sino por mi Espíritu.”

Fascinado, perplejo y mudo no pudo hacer nada más que esperar, sintió como una fresca brisa removió la obscuridad momentos atrás dueña de sus ojos, quiso agradecer pero mudo continuó.

Minerva aún no concluía el aviso delegado por transmitir. Maravillado permaneció por el hecho de que nadie pasara por ese lugar, Minerva dijo: “Beatus ille” seguido de “Carpe diem” y desapareció en sus manos materializada en el libro titulado “Cinco golpes de genio”.

Al abrir el libro de inmediato encontró lo siguiente: “existe un desenlace que no está contemplado en el planteamiento, una solución inesperada.” Al acabar de leer, el viento susurro en sus oídos: “No hay nada permanente en este mundo. Ni siquiera nuestros problemas” dicho esto, el olor tangerino pasó a estar impregnado en sus labios, el mismo le devolvió el habla.

No hace falta una historia oculta que explique por qué la sabiduría yace en los libros. En esta aparente contradicción entre lo vivido por nuestro protagonista y el desenlace se esconde el fundamento del saber.

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