La
chica de fragancia tangerina
En
un mundillo con una realidad repleta de: colores, figuras, sonidos y
aromas…
Un
sol de verano que evaporó las nubes, perduró en el sitio en todo su
esplendor e hirvió aprisa la piel de quienes transitaban la zona.
Ante la señal de color rojo, el protagonista aguardó a la aparición
del color verde. Al mismo tiempo, en este desierto de concreto, se
escuchó el rugir bárbaro de los motores, al instante, nubes grises
cubrieron el panorama y el olor a “smog”
envolvió la intemperie. Un aroma atípico, en medio de este desecado
espacio produjo gran alboroto. Este en tal atmosfera inerte delató a
una señorita como su propietaria que al ser identificada a más de
un sujeto clamó su atención. Dos calles apartaban la jungla
mercantil propia del centro comercial del bosque de conocimientos
característico a la universidad.
La
protagonista atravesó de la jungla mercantil al bosque de
conocimientos, asimismo con sagacidad él fue tras su aroma. Aquí la
obscuridad se apropió de los ojos de él, y lo último que vio fue
un pasillo rectangular teñido por una coloración escarlata. De
inmediato, la invidencia agudizó el sentido del olfato. Así fueron
descubiertos un par de rastros, no sólo había un aroma, había
aromas que evocaban al sufrimiento, aromas que emanaban alegría y
aromas que conducían a un estado de alucinación. Después de
decenas de pasos, súbitamente resonaron clarinetes, saxofones y
xilófonos. El resonar de estos, luminosidad dio al pasar por este
sector. De manera espontánea, el sonido generado con la
precipitación de gotas de agua paralizó el resonar de los
instrumentos.
— ¡Es
imposible que esté lloviendo, el sol evaporó toda nube! Alguna fuga
en los conductos de agua ha de ser la causa de este “gotear”
- Pensó y se dijo él -
Hecha
esta salvedad, se ausentó todo sonido y el color verde propio de la
vegetación brotó. A su vez, emergió una nueva fragancia conjunta
al olor tangerino, definida como “aroma
de
unidad
de impresión”.
— ¡Cuántos
aromas, cuantas formas!
Manifestó
el protagonista a pocos instantes de transitar el camino que emergió
a sus pies.
Números,
letras y estructuras textuales le condujeron a un gran conglomerado
de conocimientos.
— ¡El
olor tangerino, ¿Dónde está, qué ha sucedido?! Expresó de manera
exaltada; dicho esto al instante le chistaron.
— Esa
chica… ¿En dónde se ha metido?, su aroma me ha cegado. ¿Cómo he
de recuperar la visión? -Pensó por instantes sin tener respuesta-.
Al
recuperar la calma, recordó en donde se encontraba y entendió el
motivo del chistar. Así, recordó que estaba en la biblioteca; pero
cegado continuó.
Con
vehemencia, se presentó el olor que siguió, pero mudo quedó.
Minerva estaba frente a él. Para empezar dijo: “statu
quo”,
acto seguido, manifestó de manera fervorosa lo siguiente:
—“Tenerme
a mí es tenerlo todo, no hay escudo más poderoso, no hay recompensa
más grande. Usa toda mi armadura para protegerte del enemigo en
cualquier momento que ataque; al final de la contienda tú habrás
triunfado, no por la fuerza, ni por el poder sino por mi Espíritu.”
Fascinado,
perplejo y mudo no pudo hacer nada más que esperar, sintió como una
fresca brisa removió la obscuridad momentos atrás dueña de sus
ojos, quiso agradecer pero mudo continuó.
Minerva
aún no concluía el aviso delegado por transmitir. Maravillado
permaneció por el hecho de que nadie pasara por ese lugar, Minerva
dijo: “Beatus
ille”
seguido de “Carpe
diem”
y
desapareció en sus manos materializada en el libro titulado
“Cinco golpes de genio”.
Al
abrir el libro de inmediato encontró lo siguiente: “existe
un desenlace que no está
contemplado
en el planteamiento, una solución inesperada.” Al
acabar de leer, el viento
susurro
en sus oídos: “No
hay nada permanente en este mundo. Ni siquiera nuestros
problemas”
dicho
esto, el olor tangerino pasó a estar impregnado en sus labios, el
mismo le
devolvió
el habla.
No
hace falta una historia oculta que explique por qué la sabiduría
yace en los libros. En esta aparente contradicción entre lo vivido
por nuestro protagonista y el desenlace se esconde el fundamento del
saber.
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen nuestra Biblioteca ¡Gracias por Visitarnos!