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Mostrando entradas de julio, 2021

Quinto Concurso de Cuento Corto: La verdadera paz.

  Lo único que recuerdo de ese día son mis piernas corriendo con todas sus fuerzas, el hecho de pensar que mi vida pudo cambiar en solo un segundo me perturba en las noches. ¿Cómo es posible que el hecho de salir a la calle te ponga en riesgo de perder la vida?   Eran las 6 de la tarde y apenas se escondía el sol, Jean y Sergio me acompañaban, parecía sentirse un aire de felicidad, el aroma a victoria desbordaba las calles en mi ciudad, habíamos ganado, por fin íbamos a ser escuchados por un Gobierno que solo ayudaba a los ricos, sin embargo, en el fondo de mi corazón lo sabía, era una felicidad sospechosa, algo iba a pasar.   Decidimos volver a casa, solo nos separaban unos siete minutos de la seguridad del hogar, pero llegaron. ¿Quiénes?, se preguntaría cualquier persona, pero alguien que vive en Colombia sabe que se siente terror cuando aparecen los que nos cuidan.   Eran al menos cincuenta de ellos, armados hasta los dientes, me temblaron las rodill...

Quinto Concurso de Cuento Corto: El almuerzo

                                                              – J.L.A.   Cinco mil, y empieza la cuenta. Esos pocos miles de pesos parecen centavos, pero son la diferencia entre comer algo más o menos decente y aguantar hasta llegar a casa. Pero de todos modos descuadran. Y para colmo, hoy he traído lo justo. ¡Qué suerte! Ahora empieza la aventura de conseguir un almuerzo. El universitario promedio cuenta con ese cuasi ahorro que significa almorzar en Central. Hoy, que no es el primer día que sucede un acontecimiento como este, empieza la cuenta mental antes de hacer la cuenta física de las monedas y los billetes de baja calidad.   Comer en casa, cuando se convive con la familia, sale gratis. O no. Más bien es uno quien no paga. Pero almorzar en casa no siempre significa almorzar mejor. En todo caso, debo apresurarme,...

Quinto Concurso de Cuento Corto: El león y la ruleta.

  Valentino era un león que había perdido el entusiasmo por vivir. Ya no le emocionaban las mismas cosas que antes, ya no veía el arcoíris de la misma manera o peor aún, de los mismos colores. Su pelaje ya no era tan extravagante y de bello color ocre como de costumbre. Así que, un mal día divagando por la inmensa selva encontró en una cueva muy muy pero muy secreta, una ruleta, la ruleta de la vida y la muerte, así se hacía llamar. Esta ruleta, constaba de cien espacios, noventa y nueve de ellos contenían lugares maravillosos, espléndidos, y uno de ellos, sólo uno, estaba vacío, no tenía absolutamente nada por dentro, cabe decir, era el famoso lugar de la muerte y sólo podía ser visitada una vez cada día. Valentino en su inmediatez dijo en voz alta, ¡quiero jugar!, la ruleta le preguntó por qué quería hacerlo y, está vez, Valentino respondió con voz gruesa y temblorosa: aunque el noventa y nueve es un número mágico, pues, sigue al noventa y ocho y precede al cien, no tiene las ...

Quinto Concurso de Cuento Corto: 21 gramos.

Xena, es el alma más pura y tierna que existe. Espera un momento, ¿pueden las almas ser puras y tiernas? Pues bueno, no lo sé con exactitud, pero al ver a Xena, es así como se me ocurre describirla. Xena divagaba desconsolada al no saber su valor pues, incluso en el momento de que su cuerpo físico se separó de ella, no sabía con precisión cuánto peso tenía su nuevo y blanco y reluciente cuerpo, o debería decir más bien, su nueva y reluciente y blanca forma. Un día, Xena, recordó a sus compañeros de escuela, Rori y Lexie, que se habían convertido en dos brillantes físicos y científicos de una reconocida universidad, se puso en contacto con ellos y, que escalofriante sonó la palabra contacto... les pidió que la ayudaran, que la ayudaran a conocer su valor y ellos titubeando un poco, finalmente, dijeron que sí.   Después de un largo y difícil tiempo, Rori, tuvo un avance y es que, llegó a la conclusión de que, solamente justo en el momento de morir es cuando se conocer el verdad...

Quinto Concurso de Cuento Corto: EL FANTASMA DEL PESCADOR

    Hace ya muchos años de los que no tengo memoria ocurrió en buenaventura una maravillosa historia. De la orilla del pacífico un pescador zarpó en su pequeño potrillo con atarraya y tambor. Quería atrapar un pez y comprobar que su vecino poco o nada lo vencería en su juego retorcido, su mujer le había dicho que no saliera de pesca, pero él muy testarudo a la a ventura se marchó dejándola con sus hijos sin mayor explicación.   Cuando estaba en altamar se ha encontrado a su vecino quien sin vacilar le dijo que el tiempo no perdiera que para pescador no había nacido y que mejor guardara sus fuerzas, ya la presa había cogido y él no podría atrapar a tan colosal bestia para su orgullo agrandar.   El otro hombre sin mirarlo su potrillo aceleró y se adentró hacia el vasto océano para cumplir su labor. Él estaba convencido de un gran pez atrapar y demostrar a su vecino que realmente era capaz, pero el pobre no sabía lo que le iba a pasar, pues la furia del océano estaba po...

Quinto Concurso de Cuento Corto: Los despojos

                                                               Scriba   A mi hijo le resultó trabajo en una finca, por eso puse el despertador a las cuatro de la mañana, el aparato me quedó mal, y si no hubiera sido por el pregón de un vendedor de arepas de choclo yo no habría podido madrugar para prepararle aguapanelita. No había más, desde hace meses lo único que consumíamos al despertar era aguapanela. Antes comprábamos chocolate y de vez en cuando tostadas o pan dulce, pero la situación se puso muy difícil desde que me echaron del restaurante donde trabajaba. Unos señores contactaron a mi muchacho y le ofrecieron llevárselo a recolectar café, él no cabía de la dicha, vino corriendo y me prometió que le iba a poner mucho empeño al trabajo. Le di unos pesitos para que se las arreglara mientras recibía el primer pago, s...

Quinto Concurso de Cuento Corto: Lesbos

  Scriba   Me retuerzo sobre las húmedas sábanas, intentando frenar la violencia de este ataque y pensando en los días de antaño cuando la salud no me traicionaba. La visión de mis antiguos compañeros de colegio emerge alrededor de mi lecho de muerte; huelen a tinta, a panecillos tibios y a loción barata. Entre ellos se destacaba Dolores, la más bella. Menuda como una rosa que se abre paso en medio de las malas hierbas, tenía el cabello repleto de estrellas y sus ojos, a pesar de estar hundidos y enmarcados por ojeras, transmitían la misma sensación que un atardecer. El ataque me está dando vuelta seca, mis manos se estremecen mientras siento como se arquea mi espalda. Caigo con fuerza en el sopor de los recuerdos. La bilis se me alborota. Ojalá yo hubiera nacido hombre. Veo el rostro asqueado de Dolores cuando le confesé lo que sentía por ella. Fue allá, bajo el árbol de mango, en un terreno que hoy en día está lleno de urbanizaciones. Su cara se contrajo en una mueca que...

Quinto Concurso de Cuento Corto: Midiendo calles

  Midiendo calles Aquel era el primer día en su nuevo trabajo, por eso Juan llevaba su mejor ropa. Los zapatos de charol que había heredado de su padre, el reloj que había pasado de generación en generación desde su bisabuelo hasta llegar a él y la maleta que había comprado su madre, fruto de los ahorros que había acumulado de lavar la ropa a algunos vecinos del sector, para permitirle a su hijo llevar sus cuadernos sin peligro de mojarlos, pero que en esta ocasión almacenaría los ricos alimentos que había preparado ella en la mañana, en medio de apuros dados por su hijo que no quería llegar tarde a ese anhelado día.   Subió a su Monareta, con cuidado de no golpear el marco para no terminar de dañar la pintura y puso su maleta en la canastilla. Llegó justo a tiempo y fue recibido por su supervisor quien con mirada penetrante y voz ronca le dijo que ese era su nuevo uniforme, mientras le entregaba una gorra, una camisa de manga larga, un pantalón y su metro. Todo esto que...

Quinto Concurso de Cuento Corto: Eterna realidad.

      Eterna realidad.   Las mañanas solían ser tan frías como las manos de Sofía, subsistiendo en sueños perdidos y melancólicos recuerdos; era su cara tan pálida como la nieve, y sus ojeras tan profundas como el desasosiego ante la vida.   Actuar ha sido siempre el camino de huída para los sueños que me atormentan en cada parpadear, puedo oír el susurro de mi nombre por todas partes, como si llamarse Sofía fuese un completo delito. Desde que tengo memoria, las pesadillas han sido costumbre en mi diario vivir, los demonios y seres intermedios han permanecido siempre en mi memoria. Actualmente, soy una actriz muy reconocida, he logrado todo lo que alguna vez creía inalcanzable, aunque a veces, simplemente siento como si estuviese viviendo en un sueño infinito. En los últimos meses, el hecho de dormir se ha convertido en una completa perdición, las pesadillas están de vuelta y son mucho más fuertes que antes.   Hoy, luego del trabajo, llegu...

Quinto Concurso de Cuento Corto: Loreta, la actriz neta.

  Loreta, la actriz neta.   Por: Adso   Otra niña de siete años se habría tapado los ojos con las palmas de las manos al ver palpitar aquel corazón tatuado en el brazo de la enfurecida Carrie. Otra niña asustadiza le habría gritado al televisor y corrido hacia su madre mientras las ramas espinosas que rodeaban ese corazón avivado en una piel se extendían por la frente y las mejillas de la protagonista. Eso hubiera hecho otra niña, pero no Loreta, que fascinada abrió por completo su boca y dejó de respirar. Allí sintió por primera vez y para siempre, el llamado .   Al final de la siniestra escena en la película, Loreta, conservando la expresión del personaje, se fue a la cocina y su madre la vio llegar con un lento paso aviar y los dedos totalmente extendidos con un rigor convulsivo apuntando al suelo. Parecía preparada para levitar. Quiero ser actor, le dijo a su madre que la seguía mirando esperando un desenlace y con un plato enjabonado en la mano. Actr...