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Carta al desamor: "Maremoto de emociones"


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Maremoto de emociones
(Agustina)

Quisiera poder verbalizar todo lo que siento, todas estas emociones encontradas que me revuelcan el estómago como el pensamiento, verlo siempre me causa un maremoto de emociones, de sensaciones, de incomodidades, de odios, de tristezas y quizá muy probablemente aún, de deseo y anhelo. Lo más difícil de todo, ha sido poder comprender que no lo puedo tener, que no se puede materializar y hacer carne mi más profundo sentimiento. Ha logrado destruir mis esquemas, alterar mi pensamiento y hacerme sentir de nuevo niña, inmadura y quizá, infantil.

Bueno sería que la ciencia pudiese crear un antídoto, un medicamento contra las sensaciones y no solo contra los dolores o enfermedades, se ha quedado corta realmente, pero quizá corta se quedará siempre porque no hay nada que controle o prevenga un recuerdo, un olor, una vos que me retome inmediatamente a lo vivido juntos, al sin sabor que deja el anhelo de tu presencia, al infinito deseo de estar juntos, juntar nuestras bocas, nuestras manos, nuestros cuerpos.

Eres mi anhelo más profundo, si bien es cierto que no puedo luchar contra tus esquemas mentales, contra tus prioridades, contra tu perspectiva, todo eso que ha colonizado tu ser, que ha llegado primero a tu vida, eso mismo que te hace hoy ser lo que eres, se ha trasformado, también, en tus barreras mentales, en tu miedo a sufrir, en tu incapacidad para pensar fuera de ti, a negarte a comprender y aceptar lo que siento hoy por ti… todo aquello lo quiero vivir, tenemos un mundo de experiencias por compartir, historias que contarnos, momentos para enamorarnos… una vida que vivir.

Yo misma he destruido mis ilusiones, para no engañarme más, para no esperar lo que no pasará, para comprender que no te tendré más y para saber que nunca fuiste mío y jamás lo serás.

Aún continuas latente en mis pensamientos, en mis recuerdos, en mis anhelos, te oigo en cada canción, te veo en cada cielo, te respiro en cada momento… reestableciste mi concepto de hombre, todo tu fenotipo e intelecto fue la materialización de un sueño, si bien muchos hombres hubo antes, tú fuiste el primero en ser el perfectamente no correspondido para mí. 

Agustina.


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