Cartas al desamor: ¿Qué hay en mi corazón?


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¿Qué hay en mi corazón?
(Autora: Grekhúbamys)


A simple vista contemplas mi alma como un sediento desierto, superstición que de día se mantiene en calor latiendo, temo que son espejismos, empañados por la fe de los restos de mi ocaso invierno. Cuanto te extraño, brisa de mis lamentos, eras tú quien me arropaba de mis propios tormentos.

Desconozco la aurora de tu mirada a pesar de su brillo, sé que esconde aponías congeladas, es mi karma que las derritas, así contemplo las cascadas bañando tus pestañas, me es indiferente que sean saladas, son para mí el manantial en mi humilde morada.

Bastará con tu sonrisa, sumada al susurro de palabras que estremecen las hojas como una precoz brisa y aunque estés más lejos de lo pensado, bastará un pensamiento para tenerte a mi lado. Igual que la luna, me resigno a ser tu reflejo, que me olvides es mi mayor miedo, vives en los agujeros de mis pensamientos; no te espantes si te grito con la pausa de mi silencio, llamando tu color a la selva de mi gótico corazón, lleno de vientos atrapados, por miedo a perder el control, eso me hace huir de mi corazón. No sé si vistes pero él ya te vio y si pudiera hablar, quedaría mudo de la emoción, volaría junto al águila sin respirar con necesidad; sino con frescura en sus poros la dulce y fría libertad.

Cada golpe de mi respirar, se vuelve el nacimiento de una pista sin final, sé que le temes al aterrizar; estaré allí, en nuestro mundo de perdidos rasgos. Dime! Entonces qué quieres que te diga, si lo que quieres oír ya se fue de huida, sin rumbo al finito de mis recuerdos, robándome el más frio de mis deseos. Mi alma , mi cuerpo y recuerdos , cada uno tomó su propio anhelo , dejándome sin destino, haciéndome sentir que no soy parte de ellos, tengo que correr y alcanzarlos no sea que el fin me encuentre sin ellos.

Esto me hace preguntar, qué hay en mi corazón, el silencio me responde con más preguntas, nadie sabe lo presiento, sé que mañana me acostumbraré a él, a pesar de ser un extraño en mi interior… ¿quién podrá verlo? Es una pregunta sin razón, ah! Yo sé quién puede, pero al despertar me olvida, tal cual como la noche olvida el sol.

Y como no te olvido aquí estoy yo…



Grekhúbamys.

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