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Cartas al desamor: "La balanza"


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La balanza
(Autor: Jazz)


Sucede que ya no me interesan las brújulas, el tiempo o los sueños. Sucede que me canse de correr y buscar. Sucede que quiero serenidad, y sucede que la vida te da lo que quieres, cuando ya no lo quieres. Sucede que así las cosas buenas suelen perderse. Sucede que me quieres encadenar, justo cuando yo quiero volar.

Compañero, amor y olvido mío, si entendiera las razones por las cuales, las cadenas que me ataban a usted se oxidaron. Y mire que no digo sentimientos, porque los sentimientos viven. Lo que se ha roto es el lazo. Ese que, a pesar de todos mis esfuerzos, usted insistió en cortar. Es que como explicarle que, yo ya no tengo de eso, que antes derrochaba. Y ahora usted me pide, de eso a lo que usted mismo le abrió el hueco más hondo, y después no hizo sino agonizar. Yo no sé, mi queridísimo compañero, como informarle a usted, sin que le duela, que eso; que usted busca falleció hace meses. Y por un descuido, descortés, usted no fue invitado al funeral.

Le puedo decir que lo que sigue es incierto, debido a que esto quiere volver a respirar, pero la falta de oxígeno, debió a la distancia que nos separa, no se lo permite. Además, aun no confía en usted, y es que a veces sus palabras suenan a mentira. Y antes de llegar, al destino planeado, ya se han deshecho, no sé si usted alcance a ver la gravedad del problema. Pero, si le soy sincera, no quiero que deje de intentarlo, ya que usted ha sido mi amor durante mucho tiempo, y realmente jamás he tenido otro parecido. Yo le pido no decepcioné mis débiles, pero persistentes, intentos por resucitar esto, también le pido que, si fallo aun después pueda tener la certeza, de poder contar con usted como mi amigo y confidente. Porque créame que es el único al que no he mentido, de no ser así no le escribiría estas cuantas líneas.

Usted caballero es vitalmente importante en mi vida, ya que yo lo aprecio como amigo, como amante o como novio, da igual. Lo importante es que requiero de su presencia, de sus palabras y de ese algo que solo usted me puede brindar. Sin embargo, sucede que ahora soy como el gato, que se cayó en el pozo y tiene miedo de volver a resbalar, por eso evita acercarse. Espero que me tenga algo de paciencia, y si las cosas no salen como esperamos nos podamos comprender. Algo que si es seguro: y se lo he repetido muchas veces, lo quiero y eso nadie lo va a cambiar.

Hipotéticamente suya, JAZZ.


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