Ir al contenido principal

Cartas al desamor: "Se me ha olvidado sentir"




Se me ha olvidado sentir
(Autora: Rh)


La hoja de papel continúa estática, continúa esperando virgen e inmaculada resplandeciendo en su pureza, mi pluma se ha detenido, el detonante de su tinta que era el sentimiento se ha marchado, llevando consigo los versos que manchaban la virginidad de las páginas del diario que contaba de tu absurdo amor.

Rechacé de mil formas el corazón que lloraba y al mismo tiempo reía por ti, ignorando así, que tras tu partida se fue mi alma y he olvidado sentir; se me olvidó tal vez, o se marchó contigo.

Y no quedan más que las lágrimas que escribieron las letras semejantes a ti; no queda más de lo que ya fue.  Te has ido, llevándote el motor que ponía en marcha la pluma ligera y delicada que no volverá a escribir por que ha muerto contigo.

Ha enfermado el abecedario de letras que destilaban los labios que dejaste de besar, de las manos que temblaban con las tuyas; agoniza cada signo que expresaba el sentimiento, Han muerto los pálpitos de mis letras. 

Ya no sé qué es reír, llorar o sufrir... Ya no sé qué es sentir ni a que sabe escribir. 

Se me ha olvidado sentir, Se me ha olvidado escribir.

Rh

Comentarios

Entradas populares de este blog

Concurso Cuento corto: LA NEGRA CARLOTA

LA NEGRA CARLOTA Ahí viene! La negra Carlota que se pasea por la plaza, los chicos se vuelven locos por su cintura y su cadera. Pero mira que no ven lo que lleva por dentro, se siente triste, absolutamente sola, denigrada y sin dignidad aluna. Por qué todos los días, tiene que salir a vender su cuerpo, para poder mantener a sus ocho hijos. MARIA CUENTO

VIII concurso del cuento corto, ¿NO SABES DE SEBAS?

 ¿ NO SABES DE SEBAS? Toda las comodidades posibles su familia le entregó, vistió bonito bajo la luna y fresco bajo el sol, no le gustaba la lluvia y se quejaba del calor; la primera su cabello despeinó, la segunda excesiva transpiración le brindó. Estudió, entrenó y trabajó, pero nada de eso le gustó. Sus parientes le enseñaron lo bueno y lo malo él escogió. Una amistad le presentó la calle y eso sí que le encantó. Conoció una amiga nueva y con ella se quedó, fue un cambio abismal; pasó de su casa a un callejón. La ese se agrandó, ahora se cree un dios, dejó de ver por ojos ajenos y de todo se adueñó. Venía de la nada, pero iba por todo. Las caricias de su madre jamás las aceptó, las de su abuela siempre las ignoró, y los consejos de sus tíos nunca los escuchó. Hasta los quince años de su casa no salió. Si un día quiso aquellos zapatos; mami se los compró Quería estar a la moda; papi lo vistió. Como la e, salió de noche sin saber para dónde fue, vistiendo de negro desde la cabe...

VIII Concurso del cuento corto, SANTA ELENA CITY

Dicen que estoy loco. Algunos se preguntan cómo terminé aquí, pescando en el caño de la galería Santa Elena. Yo les digo que no es ningún caño, que es un río, pero que ellos todavía no lo pueden ver. Se ríen de mí, tomándome como un caso perdido. Qué más da, sigo en lo mío, tratando de pescar alguna rata en este majestuoso río negro que se extiende por toda la ciudad. ¿Que cómo uno termina viviendo a la orilla de un caño, en medio de la basura y de los adictos? Eso es fácil de responder, toda la respuesta radica en que uno se aburre, se cansa, se fastidia de llevar una vida inalterable. Se cansa de las mañanas en las que te levantas y quieres seguir durmiendo, pero sabes que si sigues durmiendo al rato llegarán las llamadas de tu jefe para preguntarte no cómo estás, sino cuánto tardas en llegar. Un ser humano normal se fastidia del día a día, de la lucha por la supervivencia urbana, de los malos tratos entre nosotros mismos, de los horarios, de las metas que tienes por cumplir. Díganme...