EL SUEÑO DE UN CAMPEÓN
Luis era un niño inquieto, como cualquier otro, creció con sus padres en un humilde pueblo al norte de Cali. Como su padre era mecánico, desde pequeño lo acompañaba al taller ya que vivía fascinado con aquellas máquinas de metal tan grandes con las que su padre trabajaba, lo que despertó su interés en la mecánica haciendo que se pasara horas y horas leyendo cuanto libro y articulo encontraba, llevándolo a descubrir el mundo de las carreras.
A medida que Luis iba creciendo, también lo hacía su amor por la mecánica y por las carreras, tanto que cuando ya tenía cierta edad, decidió que quería ser un ingeniero mecánico. Aunque la familia de Luis presentaba dificultades económicas, lo apoyaron para que fuese a estudiar a Cali, y él también se comprometió a ayudar en lo que más pudiese en el taller.
Llegó el día en el que Luis finalmente fue a Cali, al inicio enfrentó dificultades para adaptarse al ritmo de la ciudad, pero al poco tiempo destacó como el mejor estudiante del programa de ingeniería mecánica y gracias a ese excelente rendimiento académico, recibió una beca para irse a estudiar a Alemania, el país que dio origen al automovilismo. Aunque la beca cubría todos los gastos, no cubría el transporte, pero con un gran esfuerzo de él y su familia, consiguió el dinero y se mudó a Alemania.
En Alemania, Luis tuvo que adaptarse nuevamente, no solo a una cultura diferente si no a otro idioma, pero a pesar de ello logró destacarse como uno de los mejores estudiantes, siendo seleccionado para una pasantía en una compañía de autos muy importante en Alemania (la cual también tenía un equipo de carreras), y aunque su nivel de inglés y alemán no eran muy buenos, la empresa hizo una excepción por su destacado desempeño académico. En la pasantía, Luis fue asignado al área de diseño, un campo en el que no tenía mucha experiencia, sin embargo, con su curiosidad y dedicación demostró tener un talento innato, y al cabo de 1 mes presentó un diseño innovador el cual la empresa decidió implementar resultando en un éxito comercial el siguiente año.
La compañía le ofreció a Luis un alto puesto en el departamento de diseño de autos deportivos, y con su nueva situación económica, trajo a su familia a vivir a Alemania, agradecido por el apoyo que siempre le habían brindado. Sin embargo, Luis no descuidó sus estudios, se dedicó al área de la aerodinámica, y llegó a obtener un doctorado en ingeniería mecánica.
Luis nunca había dejado de lado su amor por las carreras, y ahora que ya tenía más experiencia en el área de diseño y tenía reconocimiento en la empresa, les solicitó a sus jefes que le dieran una oportunidad en el área de carreras, la cual le dieron gracias a su reputación en la compañía. En poco tiempo, Luis ganó la admiración de sus colegas y superiores, proponiendo mejoras efectivas para el auto de la temporada actual, por lo que lo ascendieron a ingeniero jefe confiándole el diseño del auto para la próxima temporada.
Llegó un nuevo año, y con ello después de un largo trabajo y varias noches sin dormir, Luis junto a sus compañeros, lograron terminar el nuevo auto de carreras que usaría el equipo, el cual tanto los periodistas como los demás equipos aceptaron con burla, pensando que sería una temporada fácil para ellos, pero a pesar del escepticismo de todos, Luis estaba satisfecho con su trabajo y seguro de su creación, ya que en las simulaciones el auto era prometedor.
Llegó el debut esperado, y tal como Luis lo predijo, el auto arrasó con la competencia, llevando a su equipo al triunfo no solo en ese año, sino en años posteriores, y Luis pasó de ser un chico humilde en un pueblo colombiano, a ser el hombre más importante y respetado en el automovilismo actual, cumpliendo así, el SUEÑO DE UN CAMPEÓN.
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