VI Concurso de Cuento Corto: SOLO UN SUEÑO

 



Julieta estaba sentada en su cama, sentía palpitar su corazón muy fuerte, estaba consternada después de aquella experiencia vivida, corrió mucho para esconderse, aunque no lo había logrado, todavía sentía el golpe que le había dado ese enorme monstruo con su cola roja, intentaba recordar que solo fue un sueño, que ahora estaba a salvo, pero sus piernas le seguían temblando y sus manos sudando.


Bajo de su cama y se dirigió a la cocina para tomar agua, le fue muy difícil pues por algunos minutos estuvo atrapada en la escalera, ya que cuando estaba por pisar el último escalón se añadían algunos más, después de muchos intentos salto cuando faltaban 3 escalones y fue así como logro llegar a la cocina, agarró un vaso y cuando abrió el grifo se asustó, pues en lugar de agua estaba saliendo fuego, entonces cerró la llave y se dirigió a la nevera para tomar leche pero cuando la abrió se topó con que esta era un pasadizo hacia un lugar tenebroso, rápidamente cerró la nevera y al observar su mano vio cómo se deshacía el vaso y se convertía en arena verde.


Llena de miedo, Julieta corrió al cuarto de su hermana, Martina, pero se encontró con que ella no estaba, ya no tenía hermana, su deseo de no tenerla se había cumplido, pero contrario a lo que creía que iba a sentir, la extrañaba mucho, de verdad quería abrazarla en esos momentos, siempre su hermana la cuidaba de todo; corrió entonces donde sus padres para contarles lo que estaba pasando, pero estos no podían verla ni escucharla, por más que Julieta se esmeraba en hablarles en intentar que la vieran, su esfuerzo era en vano, no lo lograba, su deseo de que no la vieran para que nunca la regañaran también se había cumplido.


Julieta regreso a su habitación y empezó a llorar, lamentaba lo que había pasado antes de irse a la cama, se sentía muy mal por haber peleado con Martina y decirle que no quería que fuese su hermana, y a la vez lamentaba haber sido grosera con sus padres cuando intentaban corregirla por lo que estaba diciendo, de verdad amaba a su familia y no quería perderla.


Fue en ese momento cuando comenzó a escuchar desde lo lejos la voz de su madre que la llamaba, se oía cada vez más cerca y cuando la escucho a su lado, despertó, y se dio cuenta que todo lo que había pasado seguía siendo un sueño, pues ahora tanto sus padres, como su hermana estaban ahí, para animarla y acompañarla después de esa pesadilla que había tenido.


La alegría de Julieta fue enorme tenía a su familia ahí con ella y podía expresarles cuanto los amaba a todos, lo cual hizo muchas veces, luego les conto su sueño y se disculpó por lo que había pasado, estaba muy apenada por su comportamiento, pero ahora le prometía que no volvería a pasar, porque por nada del mundo quería perder a su familia.



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