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VI Concurso de Cuento Corto: Una sociedad eterna

 



No recuerdo muy bien como llegue a este desolado lugar, mis recuerdos al respecto están algo nublados, creo que iba en un avión y tuve un accidente, eso explicaría porque mi cuerpo me está doliendo tanto y por qué tengo un maletín de paracaídas en mi espalda.


Siento que desde hace horas me encuentro caminando por esta sábana, ¿o es un desierto?, no tengo idea, pero se que la deshidratación ya me esta afectando bastante y eso esta afectando mi percepción de la realidad.


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No se en que momento me he desmayado y mucho menos rememoró el como llegue aquí, recostado en una cama artesanal en una habitación con paredes de guadua y techo de barro, es extraño que siquiera haya algo así en medio de la nada.


-Oh, has despertado


Frente a mi se encuentra una mujer que está usando un vestido algo antiguo pero bonito de todas formas.


-¡¿Quién eres y cuánto tiempo llevo acá?!¡¿qué es este lugar?!


-Woah, tranquilo, son demasiadas preguntas para responder al mismo tiempo.


  • ¡¿Acaso estoy alucinando?!... Recuerdo haber tenido un accidente bastante fuerte y ahora me siento como si jamás hubiera tenido un accidente en primer lugar


-Oh no, por supuesto que no estás alucinando, te encuentras en la aldea de mi pueblo, nosotros te hallamos no lejos de aquí hace algunos días y te trajimos aquí para atenderte.


-...¿Cuánto tiempo llevó aquí exactamente?


-Más o menos 4 días, ven, levántate de la cama, déjame te muestro un poco de mi aldea y de paso comes algo.


-La verdad me encantaría.


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En general todas las casas de la aldea son bastante similares al sitio en donde me encontraba, cada casa tiene un enorme espacio para cultivar e incluso hay un sitio para cuidar animales. Aunque por donde pasó no puedo evitar acaparar las miradas de las personas, esto último es algo que me incomoda un poco.


  • ¿Increíble no es así? -me pregunta la mujer, expulsándome de mis pensamientos -Es impresionante ¿cuánto tiempo llevan tú y tu gente asentados aquí?

-Solo unos cientos de años, aunque para ti pueda ser demasiado tiempo para nosotros no es mucho.


  • ¿En serio esperas que te crea eso? Que han pasado en estas tierras durante generaciones enteras de forma desapercibida.


-Somos más antiguos de lo que aparentamos, lo creas o no, en nuestros muchos siglos de vida hemos estado en muchos sitios, hemos creado nuestro propio sistema de vida y orden.


- ¿Por qué no han interactuado con el resto del mundo entonces?


-No es que no lo hayamos intentado antes, pero en base a experiencias previas hemos aprendido que somos felices estando aislados por nuestra cuenta.


- ¿Hace cuanto fue la última que lo intentaron?


-Hmmm, difícil de decirlo, solo sé que fue hace mucho tiempo, de hecho, tú eres la primera persona extranjera a la que todos nosotros hemos visto en bastante tiempo.


Lo que la mujer me dice me deja sin palabras, y con muchas más preguntas que respuestas, y aunque me muero por preguntar demasiadas cosas, no estoy del todo seguro si quiero saber las respuestas.


-Hay una pregunta que debo de hacerte extranjero –Una vez más la mujer interrumpe mi tren de pensamiento- y necesito una respuesta honesta.


-Pregúntame entonces –No puedo evitar notar como el tono de mi voz se nota algo temerosa por el tono en que la mujer dice estás palabras.


-En donde nos encontramos actualmente, si decides abandonar la aldea, probablemente te demorarías unas cuantas semanas en llegar al primer asentamiento humano cercano de aquí. Sin embargo, no temeríamos en tener a un forastero en nuestras tierras.


- ¿Si decido quedarme, eso que otras elecciones implicaría?


-El hecho de que tendrías que dejar toda tu vida atrás e intentar llegar a las paces con la idea de dejar creer a tus seres queridos que moriste en aquel accidente aéreo.


-Si me quedo... ¿podría incluso alcanzar, al igual que tu gente, la vida eterna?


-Puede ser, eventualmente se podría darte elección. Aunque es demasiado para pensarlo ahora, mejor sígueme, por el momento hablemos de otras cosas mientras comemos algo.



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