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Cuarto concurso de cuento corto: Carta del último hombre sobre la tierra



  Carta del último hombre sobre la tierra


Estoy solo.

Tristemente solo.

Estar solo en un planeta lleno de gente... Era muy diferente. Ahora extraño incluso a mi vecino y a los ladridos desesperantes del que fuese su perro. Ahora incluso a los dos los extraño.

Sin embargo, a pesar de que ya no tengo nada, el miedo se quedó conmigo. Ese miedo natural y primitivo. Ese que solo percibimos cuando tenemos cara a cara a la muerte. Decidió, después de todo, acompañarme en este fin el cual paradójicamente no produce horror o espanto, sino nostalgia y desasosiego.

Y aquí, mientras escribo esto en los restos de hojas y cuadernos malgastados, amarillentos, un aire impuro apenas respirable ondea en mi cabello. Incluso ahora que puedo deducir mi final, el temor más agónico sigue siendo a la nada, a la ya tan esperada inexistencia. ¿O será acaso a la muerte misma? ¿O no será acaso lo mismo?

Estoy solo.

Y seguiré solo.

Hasta que el último de mis cabellos se deje llevar por el tiempo, implacable, que reclama ahora lo que siempre fue suyo.

Entonces no habrá más.

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