Cuarto concurso de cuento corto: El frenesí de los sentidos




El frenesí de los sentidos

Allí se encontraban, en medio de la oscuridad que les absorbía profundamente al igual como lo harían sus cuerpos al entrar en contacto.

En la penumbra, el tacto, el olfato, el gusto y el oído enardecerían velozmente.

Se atraían con la fuerza de un imán, pocos pasos bastaron para entrar en contacto. Aquel par, degustó la carnosidad voluminosa y tibia… Un leve toque de sus labios entreabiertos les enlazó y así, empezaron a fluir al ritmo de las pasiones. Cada roce traía consigo un roció que les refrescaba e incitaba a continuar.

Sus lenguas se extendían en exploraciones húmedas, lentas y suaves, activando leves contracciones a su paso; en ocasiones se deslizaba por el cuello, deteniéndose a medio camino, para dejar surgir un beso en compañía de una calurosa exhalación que hacia estremecer cada fibra del ser.

La intensidad de los movimientos variaba, así como el latir de sus corazones ante las provocaciones. De repente, un enérgico y delicado acto halaba el labio inferior; los vientos cálidos que eran emanados desde su interior se topaban en un ardiente y frenético saludo. El deseo se incrementaba sin duda alguna cuando era inhalado el exquisito aroma proveniente de aquel cabello agitado por manos que se perdían en su extensión.

De pronto, un susurro desencadenaba en su piel vibraciones similares a las causadas por aquellos dedos que le recorrían en un delicado vaivén.

El sonido de la respiración, los profundos suspiros, besos desenfrenados y caricias componían una cautivante melodía que les envolvía y acrecentaba las ansias para continuar con la mutua exploración del goce.

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