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Mostrando entradas de 2023

VII Concurso del cuento corto, SUEÑOS DE FIDEOS

  Sabía que había una razón en específico para estar soñando con fideos, pero no fui capaz de recordar por qué. Era una jungla hecha enteramente de ellos, estaban perfectamente cocinados pero aún así se conservaba el aroma liberador y característico de la naturaleza. Era como si el barro se me pegara en las mejillas y el olor al caminar sobre hojas mojadas en el suelo se confundiera con el sabor de la boca a pesar que al pisar dominaba el balbuceo y salpicar de la selva de espagueti. A pesar del sin sentido me sentí maravillado y decidí explorar, sentí hambre después de un par de horas y elegí uno de tantos millares de fideos, este era del tamaño y longitud de una manguera, estaba colgando de un fideo más grande que hacía las veces de árbol y después de arrancarlo me rodee el cuello bien sujetado con él para comer en el camino cuando me placiera. Pasé 10 horas caminando, para mi diversión la jungla parecía no tener fin y el sol no cambiaba de lugar, pero con la panza llena de fideo...

VII Concurso del cuento corto, LO QUE SU CORAZÓN DESEABA

  No hace mucho tiempo, en una pequeña aldea, vivía un cazador muy pobre y solitario que había caído en desgracia. Tanto soñaba ser rico y poderoso que invitó al demonio a jugar póker, el perdedor entregaría su alma a cambio de aquello que su corazón deseaba, así se firmó el pacto. Aquel leñador llamado Maikel consiguió gran fortuna y poder. Un día, estaba en una cantina, cuando llegó una hermosa mujer vestida de blanco. Maikel le dijo:   -         ¡Que bella eres! ¿qué tomas? -         Lo que sea. Sólo vengo a recogerte. Soy Avaritia, la Muerte.   Un frio recorrió su cuerpo; es broma, pensó. Ninguna mujer se había resistido a sus encantos. Alzó la mirada y vio que nadie más quedaba en la cantina. Tomando una baraja de cartas, Avaritia le dijo:   -         La muerte no es cuestión de azar. Deja que me divierta un poco...   La Muerte dejarí...

VII Concurso del cuento corto, NO ES CORAZÓN ES CALI

  Era el día cuatro del cuarto mes del año y el calor en Cali dominaba cada ápice de mi cuerpo. El naranja calcinante se apoderaba de la tarde y el sol jugaba a quemarme; abrasaba mi piel y aniquilaba la oscuridad de mi voz.   Ya había tenido incidencias estultas y corrientes en el cuerpo, pero nunca como ese abril efímero de miedo, donde el pecho se me empezó a reventar sin presagio. Era como si sintiese la necesidad apremiante de salir corriendo a posarse en el suyo. Me dolió la cabeza, me ardió la garganta y se selló mi voz. El corazón se me estaba saliendo.   Era tanta la presión en el estómago que bajaba al páncreas y retumbaba hasta los riñones; inundaba la vesícula biliar, golpeaba el hígado, ahogaba el diafragma y contusionaba los pulmones hasta comprimir el corazón.   Días atrás había visto ese gimnasio contemplando la idea absurda de ir, pero no fue hasta ese 4 de abril que lo decidí para huir de mi casa y sudar el enojo de mi cuerpo herido. En ...

VII Concurso del cuento corto, RETOÑO DEL SOL PENSANTE

  Domingo, te escribo en mareas descarriadas por el oleaje lunar de pensamientos que absorben mi figura en esta tarde venidera. Con tablas de vinilo y trucos de garaje, abro sin titubeos el portal existencial que acarrea mi existir. Cae la hojarasca otoñal frente a las yemas de ideas que componen mis manos y voz. Y al ritmo penetrante del tambor canto mis plegarias a costa de un gramo de vida.   “¡Oh! Domingo, domingo. Susurro en compañía de la rosa malva. El sol nos observa reflejando sus hilos eternos. ¡Ay!, qué hilos hermosos. Qué hilos embusteros. Qué existencia deleznable. Ayer, fui yo por última vez. No, no morí -aunque mi sabio profesor de filosofía sí lo haría en su litera de ideas y libros, al observar cómo negué dos veces sin recordar que esto constituye una afirmación-. La danza del Sol final en mi vida se manifestó en la tragedia de abandonar lo que debía ser, lo que supuse ser.   ¿Cómo se pretende contar una historia que nace de lo incontable? ¿Có...

VII Concurso del cuento corto, LA ARENA EN EL CRISTAL

  Los días siempre son un poco oscuros al inicio, pero pasado un tiempo dejo que la luz pase por un pedazo de vidrio en la pared. A veces suelo mirar arriba y veo un círculo blanco que hace que mi vista quiera escapar de aquella escena tan cautivadora; según algunos libros que hay en la biblioteca se llama sol, una bola de fuego y gas, ¡quién lo diría! Una pequeña caja negra serían las palabras que utilizaría para describir el lugar en el que permanezco. En una de las esquinas hay otro pedazo de vidrio, pero este es diferente, según un libro muestra tu “reflejo”, ¡hm!, ni siquiera sé quién es la persona que me mira desde el otro lado. Cerca de la cama hay dos puertas de madera en la pared; un armario se podría decir, dentro está lo que uso. También hay otra puerta al otro lado de la caja, solo que nunca me he atrevido a ver qué hay dentro. La tarde es mi parte favorita, cerca del pedazo de vidrio hay una pequeña caja de color ris, que cuando me acerco, un pequeño vidrio emite un ...

VII Concurso del cuento corto, A LAS TRES ME LLEVA EL DIABLO

  Cae el manto oscuro sobre la ciudad que ilumina al sultán de las tinieblas. Tras el marco gris de mi ventana, observo con claridad la lucha de los polos por prevalecer en las horas enigmáticas. Lápiz en mano, libreta y corazón en cuerpo.   Con la brisa de la noche, viaja el alarido infernal de mi vecino, que a los mil vientos blasfema su soledad.   -         Hermano, ¿cómo es posible vivir en un mundo tan contaminado? Sepa escuchar lo que diré, se lo ruego. Humanidad asquerosa, dioses avaros y vida defectuosa; es lo que pienso de este mundo ruin.   ¿Hermano? ¿Me estará hablando a mí? No logro distinguir las sombras que se esconden tras la tela gruesa de una cortina, que más que hilos, parece estar elaborada con el cemento rencoroso que compone al hombre.   -         Hermano, quiero decirle que todos se pueden ir al carajo, ¿no lo cree también?   No descifro el enigma...

VII Concurso del cuento corto, EN LOS BRAZOS DE ELLA

  Cuando los rayos de sol acarician las suaves nubes, Markou, apresurado, se dirige hacia su auto mientras aún sin la camisa bien puesta intenta llegar a tiempo a su trabajo en una clínica cerca del centro de Urbenis:ciudad que vio a Markou nacer, y que probablemente verá perecer. En el estacionamiento termina de ajustar los botones de su destartalada camisa a rayas, mientras recoge unos papeles del asiento del copiloto.   –Estoy jodido – Dijo mientras se adentraba a la fría y lúgubre clínica (al menos en los ojos de él)–   La recepcionista lo ve llegar con desdén, como es de costumbre, y le señala el pasillo en el que su jefe lo estaba esperando de brazos cruzados, impaciente, con un semblante que atenta con cortar a Markou en dos. Markou entiende la situación, y con la cabeza gacha camina hacia su temible jefe. Ambos caminan por los pasillos del recinto. Ninguno dirige palabra alguna, solo los acompaña el sonido de máquinas y el personal médico en rotación. Un...

VII Concurso del cuento corto, LA FUERZA DEL AMOR

  Vengo del futuro para decirte que estamos juntos, porque lo que se une en la Tierra permanece en lo eterno. Mi padre se opuso rotundamente a nuestra relación. Nos veíamos en secreto diciendo que íbamos para otra parte, hasta que nos convertimos en la medicina y el sustento sagrado del otro. Abrimos los brazos para que el otro pudiera ser lo que es. Nuestra unión hizo que cada uno acepte su lado oscuro y que lo enfrente. Tú me volviste segura y yo logré que volvieras a confiar en los demás.   Vimos nuestras similitudes en cada diferencia. Nos subimos la temperatura con nuestra simple presencia. Unimos nuestras dudas para crear nuevas certezas. Cicatrizamos las heridas del otro con dulzura, y se volvieron nuestro símbolo y recordatorio de las batallas de la vida y de cómo el amor las cura.   Nuestro camino estará lleno de desiertos, tempestades, calmas y aventuras de todo tipo, pero todo nos servirá para crecer. En el otro siempre encontraremos calidez. Tendremos ...

VII Concurso del cuento corto, EL JUEGO

  Eran las tres de la madrugada cuando Emma despertó a su hermano.   -         ¡Mira las luces, Will! -le dijo-. ¡Tenemos que continuar jugando!   El niño se incorporó de un salto y se dirigió a la ventana, desde donde pudo apreciar unas luces extrañas que flotaban sobre la ciudad.   -         Entonces... ¿es cierto? -         Así es. -         ¿Cuánto debo sacar? -         Seis.   Will tomó los dados, pero no se atrevió a tirarlos. Se estremeció al pensar que el destino del mundo estaba entre sus manos.   -         ¿Podemos detenerlo? -preguntó, temiendo lo peor. -         ¡Por supuesto! -Respondió Emma, sonriendo-. ¿Qué podría pasar en una noche tan fresca y agradable como esta?

VII Concurso del cuento corto, EL CARNET

  Antes de levantarme discutimos quién tendrá el mando, somos 4 personalidades y en teoría yo soy la anfitriona. Hoy me desperté, y frente al espejo encontré una mujer de pie que no tiene ni idea de quién es, ese día no halle el carnet de la tienda en la que trabajo.   Sin embargo, hoy no es un día para reflexionar. Debo cumplir con mi promesa del otro día, debía encontrar a mi hermana frente a la cafetería del bulevar. Un beso en la mejilla izquierda, un resumen de la semana en Bogotá y lo maravilloso que había resultado ser el jardín botánico en plena temporada de orquídeas; una vez terminado el desayuno, mi hermana le pareció buena idea preguntar por mi trabajo, no supe qué responder. Desde hacía meses estaba siguiendo el plan que María había propuesto, lo que implicaba no tener un trabajo fijo.   Cumplido mi deber con mi hermana, tuve tiempo para caminar por el centro de la ciudad. No, nada en el centro era lindo, al menos no para mí, pero necesitaba una coart...

VII Concurso del cuento corto, PIEL DE GALLINA

  Cuando papá trabajaba en el banco hasta tarde, mamá y yo lo esperábamos en la sala. Ella solía sumergirse en las novelas de Julio Verne, y quizás era la quinta vez que lo hacía en el mes. Mientras ella se perdía en la lectura, yo me entretenía coloreando sin salirme de la línea. Siempre me gustó el color rojo, tal vez porque la casa estaba decorada en tonos cálidos. Sin embargo, lo que realmente resaltaba era el rojo en las paredes del comedor.   Sin importar cuánto lo intenté nunca conseguí mantenerme despierto para recibir a papá. Me quedé dormido en el sofá de la sala frente al televisor, después de tomar el vaso de leche tibia que sagradamente me daba mi madre cada noche, ella decía que crecería sano y fuerte como mi hermano mayor. Normalmente, me despertaba en mi cama a eso de la una de la madrugada. Todo estaba en completa oscuridad, pero con el tiempo era posible acostumbrarse a las penumbras de mi habitación y vislumbrar la puerta. Me gustaba recorrer la casa, co...

VII Concurso del cuento corto, METEMPSICOSIS

  En un universo paralelo existió un ser llamado Solarians, siempre se preguntaba que había de especial en su vida, de algún modo hallaba sentido en su convicción. Creció en Skeptesthai un planeta con cuatro soles, este lugar estaba hecho de una variedad de metales preciosos, creando un resplandor dorado perpetuo.   Solarians pasaba horas aprendiendo la cuántica de su mundo y conectándose con seres a través de la meditación y contemplación, buscando respuestas a sus preguntas.   Un día, buscando estas respuestas, se adentró en un bosque mágico; el “Bosque de los Murmullos” un lugar donde todo se transmite a través de la mente, como un pensamiento singular, este bosque estaba repleto de árboles con hojas de esmeraldas y troncos de oro puro; era hogar de criaturas luminiscentes, seres mágicos que brillan con una luz sublime. Allí encontró a un viejo místico y sabio llamado "Androglax", que tenía la capacidad de percibir el flujo de energía cósmica; su sabiduría esta...

VII Concurso del cuento corto, TRES Y CUARTO

  Eran las tres y cuarto. Llevaba una hora sentada frente al computador, observando la pantalla vacía. Mi bloqueo se incrementaba minuto a minuto, siendo incapaz de escribir una sola palabra. La sensación de inutilidad y la creencia en mis debilidades resonaban como un eco en las paredes de mi habitación. Agobiada por la hoja en blanco, decidí salir a caminar. La gelidez del aire me despertó en medio de la incertidumbre. A lo lejos y en lo alto, la noche perfecta se imponía. Siempre me había preguntado si podría ser diferente, aquella inmensidad oscura que llegaba a parecer un vacío. ¿Qué existiría más allá de lo distante, donde nada es visible?   Sin darme cuenta, había llegado a la cúpula. Su apariencia era imposible de ignorar, aunque resultara vistosa para mi gusto, era única. En la entrada, se encontraban las estatuas helenas, pequeñas figuras que, según la gente, vivían en una realidad alterna mientras dormían aquí. Continué avanzando hasta alcanzar el punto más alto...

VII Concurso del cuento corto. COLOMBIA, TERRITORIO DE HISTORIAS

  Empecemos con un “había una vez”, siempre genera satisfacción cuando se lee. Y sí, es precisamente por esa ilusión que despierta en el corazón y la intriga que causa en las mentes. Hace alusión a un cuento de hadas donde la felicidad es la protagonista de la historia, y aunque este no es un cuento de fantasía vale la pena preparar a quien lo lea.   Érase una vez en un ente lejano cuyos habitantes amaban cualquier tipo de viaje y aventura, una pequeña criatura con el corazón completo y sonrisa de antaño que decidió empacar maletas y emprender una nueva travesía a lares lejanos y remotos donde, según rumores, era de valiente arrimar. Pero ella lo haría, quería probar con su suerte, y más que eso probar su propia fortaleza y berraquera, y así lo hizo. Se escuchaba todo tipo de comentario de aquel territorio, no faltaba el que alababa sus hermosos paisajes y el rico café de las mañanas, o el que admiraba el carisma tan inusual de la gente, el que solo señalaba los constantes...

VII Concurso del cuento corto, MATÉ A MI SANGRE

  -         Bien señorita. Recuérdeme el motivo de su presencia.   Dijo el detective Muñoz, cuya trayectoria de gran éxito lo había llevado a ser el detective más solicitado y mejor pagado de esa estación de policía.   Ahí, en esa oscura sala de interrogatorio, las manos de la joven estudiante sudaban, a la vez que no podía controlar el movimiento epiléptico de su pierna derecha.   -         Yo... Yo...   Era obvio su nudo en la garganta, y mientras cruzaba sus manos miró con sus intimidantes ojos verdes al detective Muñoz:   -         Señor, he cometido un crimen terrible, y el peso que yace en mi espalda sumado con la culpa que me agobia cada noche, han sido los motivos de mi visita. Maté señor, maté... Maté a alguien que llevaba mi sangre.   Era algo rutinario para el viejo detective. Ya la palabra “crimen” no causaba hela...

VII Concurso del cuento corto, EXTRAÑO

  Me encontraba en la casa donde había crecido. No sabía por qué estaba allí; hacía años que no vivía en esa casa, pero aun así, ahí estaba yo, recorriendo sus pasillos. No era una casa muy grande: tenía una sala pequeña, una cocina, dos habitaciones, el patio y el baño. Podría jurar que era de día, pues estaba todo muy iluminado.   Fui paseando por cada habitación, recordando todos los momentos que había vivido.   Aunque era la casa de mi infancia no todos los recuerdos eran muy felices. Tenía una sensación de tristeza, aunque no sabía si era por la nostalgia o por algo que no recordaba con claridad. Pero, a pesar de eso, estaba todo tal cual lo recordaba: los ladrillos intactos, la sala a medio pintar, la grasa y el ambiente fúnebre de la cocina seguía igual, los cuadros y pinturas en lo que había sido mi cuarto permanecían en su lugar. Esto resultaba bastante extraño después de haber pasado más de 5 años sin vivir en esa casa.   No solo eso era extraño...