Ir al contenido principal

Tercer Concurso de Cuento Corto: DESENCANTO







DESENCANTO

Habían pasado más de 400 días de caminar junto a una mano que me tomaba por la vida y me daba media vuelta de emoción y otra media de alegría. Cerca a estar saciados, a creer que todo duraría para siempre, apareció la sombra del instinto, ese que todos llevan dentro, y arrasó con el camino de flores que una vez imaginé inmortal. Yo estaba sentada en medio, jugando como siempre, a ser inocente y no creer en las mentiras, pero eso no importó, me llevó consigo el ventarrón de realidad. No me di cuenta en qué momento pasó, pero para cuando ya me había puesto de pie, no quedaba rastro de confianza ni gota de felicidad, todo lo bueno estaba ahora en mi mente, en los recuerdos que he de guardar hasta que esta piel que habito se deshaga. Seguía por ahí ese ser que un día había iluminado mi vivir, pero yo ya no estaba, me había perdido por un caminito de piedras grises que me tallaban los pies, me encontraba totalmente desconcertada, los pasos eran cada vez más difíciles de dar y no quería ni si quiera un helado de maní, solo esperaba encontrar el final, donde hubiesen más pétalos y frescura. Finalmente, al borde de rendirme los hallé, pero estaban disecados. Resulta que desperté y de repente estaba viendo mi cuaderno de apuntes, todo había sido una pesadilla, y esos pétalos muertos eran reales, eran el fruto de aquello que nunca quise ver, pero solo en el presente, esos pedazos de vida que de a poco se deshacían, eran lo que quedaba para mí, el total desencanto y nada más.

Angela LW

Comentarios

Entradas populares de este blog

Concurso Cuento corto: LA NEGRA CARLOTA

LA NEGRA CARLOTA Ahí viene! La negra Carlota que se pasea por la plaza, los chicos se vuelven locos por su cintura y su cadera. Pero mira que no ven lo que lleva por dentro, se siente triste, absolutamente sola, denigrada y sin dignidad aluna. Por qué todos los días, tiene que salir a vender su cuerpo, para poder mantener a sus ocho hijos. MARIA CUENTO

Carta al desamor: "Te extraño"

Te extraño (Autora: Martina) <<Me duele pensar que todo es pasajero, me duele aceptarlo, y en esa misma lógica, aceptar que un día te irás, seguirás tu vida y tendrás muchas risas sin mí, al lado de alguien que no esté tan remendado>> Recuerdo muy bien el momento en que leí eso. Cuando lo hice me di cuenta de que te amaba más de lo que antes creía hacerlo, añoré estar a tu lado en esos momentos y que lo hubieras dicho mirándome a los ojos; te habría abrazado tan fuerte como nunca lo hice y te habría besado como siempre quisiste que lo hiciera; te habría hecho sentir que para mí nunca iba a haber alguien más, que pasaba mis días con el temor de perderte, que a medida que compartíamos nuestros días y nuestras vidas, aunque fuera por momentos, empezaba a querer compartir contigo el resto de mis días, empezaba a querer entregarte toda mi vida, y ser completamente devota a ti. No debí hacerlo. Lo sé. Pero es imposible controlar lo que sientes y hacia quien lo...

Concurso de Cuento corto: La Paz se hace letra 20.17: LA ARAÑA QUE NO SABÍA TEJER LA TELARAÑA

LA ARAÑA QUE NO SABÍA TEJER LA TELARAÑA “ Un montón de circunstancias, me presionaron a elegir; cuenta me di entonces que empezaba a vivir” Cuentan los insectos que hace tiempo vivió una araña que dizque no sabía tejer su telaraña, porque según era muy testaruda, le decían “la araña sorda” a pesar de que oía, pero no escuchaba. Que era tan flaca como un asterisco puesto que llevaba una obligatoria dieta en lugares con muy pocos insectos de su gusto. Las arañas viejas, los caracoles, los gusanos, las grandes hormigas, intentaban aconsejarla de que buscara un lugar digno de su especie para llevar la dieta que se merecen las buenas arañas y sobre todo que aprender a tejer; pero ésta se negaba a escuchar y presuntuosamente les contestaba: “¿Qué van a saber ustedes de cómo tiene que vivir una araña como yo? ¿Acaso ignoran que la naturaleza me ha dotado con el instinto de cazadora?”, al parecer, era ella que no comprendía quién ignoraba tal asunto. Es tanto, que una...