Sueño
sin importancia.
Anoche soñé que me
llamaba y que me hablaba de algo sin importancia, me pareció muy
divertido pero traté de no hacerlo evidente y la pregunté qué por
qué era que no me preguntaba por qué estaba esquivo con usted desde
hace varios días, eso de esquivo fue una palabra difícil de
escoger, siempre me ha parecido un adjetivo bastante chistoso, pero
que usted me respondía que era que no le importaba, que seguro si yo
estaba bravo era por algo y que usted nunca me iba a rogar, será
porque tenía otra clase de intereses con otras personas, pensé yo,
pero que tenia de malo que solo me preguntara, que solo le hiciera un
poquito de falta, que me extrañase mas que fuera por un instante…
También me imaginé
que yo le contaba todo lo que sentía por usted, que la invitaba a un
Juan Valdez y usted pedía un café extraño y le salía muy rico y
se lo tomaba con mucha alegría, me gustaba verle la cara de emoción
que tenía con ese café, parecía un ángel, bueno, de hecho siempre
me ha parecido que si los ángeles no fueran arios ni caucásicos
sino latinos morenitos seguro que usted entraría en la selección de
los ángeles del cielo, vamos no diga nada, no es hora de modestias
falsas, además de que usted es bastante simpática cuando dice cosas
arrogantes, como cuando dijo que era muy buena…, ya sabe, recuerdo
eso todos los días, ciertamente usted es una niña muy divertida,
pero volvamos a lo que estaba: usted se tomaba el café y yo le
contaba que desde hacía a algún tiempo había empezado a tener un
cariño especial por usted, que la pensaba demasiado, que me estaba
preocupando más de lo normal por su estado, que no se salía de mi
cabeza, que quería dormir junto a usted todas las noches de mi vida
y soñaba con despertarla en las mañanas, en fin, que usted me
gusta.
Pero que usted
respondía que posiblemente yo la había malinterpretado, que las
cosas no eran así, que usted me quería como a un amigo, nada mas,
que se sentía muy apenada por haberme confundido, que por favor la
perdonara pero esto no podía ser, y yo le respondía que bueno, que
se tranquilizara, que no era tan grave seguro que yo podría
sobrellevarlo…, no tiene importancia, querida, al fin de cuentas ya
lo sabía….
Tal vez fui un poco
duro conmigo mismo anoche, ¿no?, pero, pues bueno…, así como
imagino las respuestas que me harían muy feliz también tenía que
probar el lado sensato, que usted se negaba, que tal vez es lo más
posible en mi cabeza…, parezco un tipo muy pesimista, pero no sé,
tal vez así si usted me dice que sí, sería una ganancia
abrumadora, y si se niega me diría que al fin de cuentas obré
sensatamente siendo pesimista.
Entonces esta mañana
amanecí muy deprimido, casi llorando ante tan mala noche….
Así que decidí
imaginar que otra vez le contaba en Juan Valdez lo que sentía, pero
que esta vez usted se ponía nerviosa y me decía que era algo muy
extraño, porque usted también sentía algo de lo mismo, y que
también me había extrañado y también estuvo todo el tiempo al pie
del teléfono en las vacaciones, esperando a que yo me decidiera a
llamarla, porque yo era el hombre y tenía que dar el primer paso, yo
me sonrojé en ese instante y usted siguió diciendo que quería
verme un poco más, que no sabía si quería ser algo mío todavía,
pero que quería tenerme más cerquita, y yo me sonreía porque era
el hombre más feliz en ese instante, nos íbamos, y cuando íbamos
camino a cualquier otro lado menos la universidad, usted me decía
que le diera un beso.
Vaporeon II
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