Alex es un niño de tan solo nueve
años, juega todas las tardes en su bicicleta con sus amigos en el parque de sol
a sol. Viven de lo que su madre consigue algo escaso, pero con amor. Su madre
trabaja de casa en casa, deja a su niño en la escuela, rumbo a la odisea,
camino al apuro de tenerle en la mesa un buen manjar, estregando, estregando
Teresa quiere que su niño vea ese esfuerzo, el de trabajar.
Ya es mediodía, Alex sale de la
escuela con amigos y sonrisas a sus casas van a dar, llega a la suya
encontrando a mamá con un buen plato de comida que se sientan a disfrutar.
El reloj marca las cuatro, una
tarde agradable, Alex llega al parque donde se encuentran sus amigos, juegan,
se divierten. Se pone dichoso al ver llegar a su mejor amigo, ¡hola! Juan, mi
parcero como vas, crecieron juntos en el barrio, desde muy chicos se hicieron
hermanos. Alex y Juan junto a los parceros, salen en las tardes todos los días
a contarse historias y a olvidarse de su realidad.
Juan es un joven de catorce años,
que la escuela no termino, con su destreza en la bicicleta, su sueño creció,
conoció al viejo, un peleó del barrio, dieciséis años, lleva una vida entre drogas,
motos, pistolas y el poder así logró. El viejo es el jefe de la pandilla que
entre jóvenes el destino le prestó, quieren fama, poder, dinero y él los
complació. Ahora Juan es su mano derecha, aprendió a maniobrar la fiera,
aquella moto que él le dio, cambio de rumbo, se sintió importante por ser el
mejor piloto del parche junto al viejo. Juntos salían a buscar lo del día, a
trabajar, hacer respetar su lugar. Juan ya cuenta sus hazañas, son muy pocas,
solo siete almas que carga en sus espaldas y que ya caminan con la muerte.
Todos en el barrio lo quieren y
respetan.
Alex por su lado va rumbo a la
escuela, aunque un poco extrañado porque Juan lo ha olvidado, ese hermano del
que historias ha escuchado, se siente orgulloso de lo que le ha pasado, pues,
esté lo inspira o convertirse en sicario y así poder protegerlo calle arriba,
calle abajo.
Juan, tenemos que ir a hacer un
trabajo lejos de casa, le dijo el viejo la mañana del sábado, cada vez que
sabía lo que se venía, e iba a presentar, le pedía a sus santos invisibilidad,
después de su rito, Juan y el viejo se disponen a viajar a ese rumbo incierto
que el destino les dará, aquel día, escrito está, ya no valen ritos, ni rezos,
pues en la lista esta, ha llegado ese momento de rendirme cuentas, pues no sé a
quién pediste permiso para profanarte de mi lugar.
Llega a su cita y de frente, sin
pensarlo dos veces, desenfunda su juguete, impactando por la espalda a su
presa, cayó en la carnada, todo estaba dicho, todo se había hecho. Juan cae en
la acera, fueron seis los impactos que recibió, no fuiste astuto, ni sagaz le
pediste mucho a tus santos y hoy no te pudieron ayudar, debiste creer en mí,
pues yo sigo los pasos de cada uno de los que habitan este cruel lugar
conociendo su final.
Debiste haberme escuchado,
siempre estuve allí a tu lado cada vez que me enviabas a esas pobres almas que
no estaban preparadas, no eran sus momentos, debían seguir sufriendo hasta yo
llegar, te cruzaste en mi camino y eso no lo podía dejar pasar y hoy vengo a
reclamar esa joven alma que no supiste aprovechar.
Juan, antes de encontrarse con su
destino aquel día, fue a visitar a Alex, como si supiera en ese instante que su
tiempo estaba llegando a su final, le pide perdón por haberlo abandonado, por
dejarlo solo, por no seguir jugando y seguir creciendo como niños, solo espera
que algún día pueda estar a su lado viéndolo crecer y convertirse en lo que
algún día soñaron. Juan se despide con un fuerte abrazo, hasta pronto mi amigo,
hasta pronto mi hermano.
FIN.
Que relato lo pone a pensar fuerte a uno porque es el día a día que estamos viviendo y ver este niño como lo plasma aquí wuao super hay que apoyar tiene talento
ResponderEliminarSolo soy una herramienta, esta historia es real contaba por alexander un niño que ha vivido en este mundo. El lloro cuando le presente el cuento. "Me hiciste llorar, recordé a mi amigo" dijo.
ResponderEliminarCon honestidad y sin el afán de sonar grosero, me resulta extraño revisar este texto y que hayan tantos comentarios positivos. Pues si bien el texto "trata una realidad" no va más allá que el simple hecho de tratarla, de hecho, es notablemente somero con ella. Su argumento y forma de desarrollo son casi igual de nulos. Este comentario es más bien un recordatorio positivo de que evaluemos las historias no por su nivel de realismo o lo basadas que están en hechos reales, sino más bien, porque la dualidad contenido-forma tengan coherencia y se sientan bien. No es una gran historia, ni mucho menos retrata alguna realidad, pero al menos y por destacar algo bueno, es que este concurso ha propiciado la escritura de cuentos por parte de la comunidad de Univalle.
EliminarMas que extraño revisar este texto y que hayan tantos comentarios positivos, como indica su comentario, es la idea de integrar a los sujetos que de cierta manera estan rodeados de estos jóvenes como Alex, Juan y el Viejo. son comentarios de personas que viven el día a día con nuestra juventud por su profesión docente. es la finalidad del concurso, que se extienda a la mayor población posible para que se fortalezca el habitó lector y que mejor aprovechar estos espacios para dar a conocer una de las realidades que azota a algunos jóvenes desde sus entornos y si, "retrata alguna realidad", a pesar de que no sea una gran historia, a veces hasta la propia vida puede ser somera para estos personajes...
EliminarReal y triste historia... Leer que un niño a esa edad ya ha vivido esas situaciones, genera reflexiones, para replantear nuestra labor docente
ResponderEliminarLa dura realidad de convivencia de nuestros niños . Felicitaciones x tan valioso aporte
ResponderEliminarLeer sus letras y más aún su pensamiento; han movido fibras que terminaron en lágrimas al verme posiblemente con un Alex en mí escuela. Gracias don Hernán por compartir.
ResponderEliminarEs una realidad que viven muchos de nuestros niños y otras más, muy buen cuento dónde nos presenta una de esas realidades 👍
ResponderEliminarel cuento narra una realidad que vienen viviendo niños y jóvenes, que en los discursos de muchos son el futuro. el futuro acaso será la muerte sobre la vida...
ResponderEliminarBuen cuento dónde lo pone a reflexionar sobres las situaciones que pasa algunos niños
ResponderEliminarMuy interesante y de mucha reflexion
ResponderEliminarRealidades que se enfrenta esta sociedad es algo que no le importa estados sociales simplemente esparcir su maldad
ResponderEliminarQuerido Carlos Hernan Bravo Muñoz, inspiras con tú historia, gracias por retratar la realidad de muchos niños y sociedad en general.
ResponderEliminarUna invitación a mirar de frente una triste realidad de nuestra sociedad ; cuando la observamos la hacemos parte consciente de nuestro colectivo y nos anima a aportar nuestro grano de arena para cuidar a nuestros niños
ResponderEliminarInteresante historia creativa, da a conocer una parte de la sociedad y su realidad. La vida en esencia se han desechado... Hasta eso el "virus" hombre ha normalizado...
ResponderEliminarSi hay algo hermoso en la escritura es lograr transmitir la emoción, hacerte vivir la historia, gracias por eso!
ResponderEliminarExcelente relato... Te mantiene atrapado en la historia
ResponderEliminarQue buena historia!
ResponderEliminarMuy buena relatoría felicitaciones
ResponderEliminarCuando una realidad supera la ficción...Excelente historia
ResponderEliminarNos entristece que nuestros niños paguen por nuestra historia de guerra y poder.
ResponderEliminarEmotiva historia
ResponderEliminarInteresante el cuento, narra una realidad entre la juventud
ResponderEliminarPara reaccionar al cambio que hoy necesita nuestra sociedad, no más excusas ni gobiernos ignorando al pueblo
ResponderEliminarla historia deja una reflexión sobre la atención de los niños en sus entornos.
ResponderEliminarla historia indicada refleja el conflicto del pais y parece detenerse en el tiempo...años 90 a hoy.
ResponderEliminarSegún la historia ¿Quién es el amigo del Sicario?
ResponderEliminarQué se debe hacer para que los jovenes tengan una conexión real con la vida, que exista esa inspiración de vivir, que tengan oportunidad de ser y no de seguir extendiendole el tiempo con conocimientos abstractos, que no lo llevan a esa identidad que tanto necesitan...
ResponderEliminarInteresante historia, hace qué el lector se atrape con los personajes y los hechos presentes... Buena lectura.
ResponderEliminarUna historia profunda y dolosora, muy real a lo que se vive actualmente con nuestra juventud y es hay donde nos pone a pensar, será descuido de nosotros como padres? Cómo profesores? Cómo gobierno?
ResponderEliminarPorder relatar una realidad tan visible para unos e ignorado por otros...gracias por hacerme adentrar a la historia de vida de ese chico
ResponderEliminarEs una realidad que viven los jóvenes, hay que sembrar valores a los menores para que exista mas tiempo para que ellos crezcan y vivan en un mundo mejor. una buena lectura para despertar conciencias.
ResponderEliminarNo es una gran historia, pero si es una historia donde refleja la vida de jóvenes que no se les ha dado identidad. Se observa una clara crítica frente al porque los jóvenes deben vivir estas cosas, han venido para ser parte de la maldad, estamos dejando que la maldad gobierne los territorios, esta crítica es para discutir, lo moral y ético de las instituciones donde se inparte conocimiento, entender y comprender a los jóvenes es lo que se requiere hoy en día y que puedan identificarse como sujeto social y lo importante que puede llegar hacer para su propio cambio desde lo personal y de su entorno.
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