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Mostrando entradas de septiembre, 2019

Cuarto concurso de cuento corto: El crimen de la babilla.

El crimen de la babilla. A nadie se le pasó por la cabeza en la cena de aquel veinticuatro de diciembre los acontecimientos que se avecinaban unas pocas horas después a tan solo unos metros de la lujosa casa. Salvo a mí, que desde que esa mañana, cuando me despertó Juanito haciéndome cosquillas en mis pies finos, lisos, sedosos como una manta, y abrí mi par de agujeros negros que después de una ducha de espuma en la tina, adorno con lentes y se transforman en un mar de agua salada que ahoga a más de uno, perfectos; me desbordó una zozobra de repente. Vivo en un barrio en el que solo vive gente de bien, de los que nos mandamos más caché en este moridero que se llama Cali. Ciudad Jardín, el barrio que vio mi transformación de princesita de papi a lo que soy: diva, modelo, estudiante de comunicación de una prestigiosa universidad, que obviamente que no es univalle, gas con ese montón de parásitos que joden el trafico cada que quieren vacaciones, taponan la trece, la ci...

Cuarto concurso de cuento corto: Encuentro

Encuentro La verás caminando por la acera, a paso lento y con unos cuántos paquetes en las manos. Luego se detendrá, mirará el árbol de hojas rojizas que empiezan a caer, su cuerpo se estremecerá. Caminará un poco más mientras sus rodillas no dejarán de temblar y se detendrá frente al viejo edificio. Permanecerá inmóvil durante unos minutos, entonces entrará, no saludará al portero ni usará el ascensor. Correrá gradas arriba tratando de no perder el equilibrio. En el quinto piso abrirá apresuradamente el cerrojo del apartamento 526, entrará, tirará las bolsas, pondrá el cerrojo nuevamente y se dejará caer hasta el suelo. Llorará, llorará sin parar con el rostro apoyado sobre la alfombra mientras sus manos cederán a movimientos involuntarios. No dirá ni una palabra, se pondrá en pie, caminará por el corredor un rato con la mirada fija. Volverá a llorar, entrará en su cuarto y se pintará los labios de un rojo carmesí muy acentuado que se correrá hasta llegar al co...

Cuarto concurso de cuento corto: La calle de la desesperanza

La calle de la desesperanza Qué buen día fue hoy, pude comer un pedazo de pan fresco. Sí, de ese recién hecho en la panadería y no de los tiesos que llevan días, a veces, con esas horribles partes de moho. Después de tanto tiempo pude volver a comer uno. Recuerdo cuando mi madre en la tarde preparaba el café y me lo daba, así calientito, junto a un pan igual de caliente y me tocaba esperar unos cuantos minutos para que se enfriara un poco. Cualquiera pensaría que soy infeliz, pero no lo soy, estoy en un momento de tranquilidad en mi vida. La gente siempre me mira con la misma expresión, una cara de tristeza, de lástima, como si uno les estuviera pidiendo limosna. Aunque a veces sí toca, hay días en que no se encuentra buena comida en las basuras, todos tiran sus alimentos podridos o los días van dañando la buena comida que dejan. Alimentos podridos, encerrados en un saco negro… como yo. Pero basta, no es momento de estar tristes, hoy estoy de buen humor porque...

Cuarto concurso de cuento corto: Los vampiros ya no bailan salsa

Los vampiros ya no bailan salsa La invitación de Lucia fue un milagro; desde que el noviecito sube fotos de paisajes europeos nadie sabía de ella. Hace mucho tiempo Camilo y Dani no veían el cuadro de los Stefan, esos gitanos que llegando a Cali el siglo pasado, montaron una chatarrería la cual hoy en día, surte gran parte de los materiales de obra para la alcaldía. Al entrar los decibeles juegan baloncesto en canastas de 3 metros y la canaleta para el sudor se llena de bolsitas con cierre hermético, evitando su llegada al desagüe. Lucía tan linda como siempre, su tono de piel oliva resalta con sus fuertes rizos negros, y esos ojitos de gato nocturno, siguen derritiendo a cuanta persona se le atraviesa. -Muchachos, por ahí me dijeron que mantienen enrumbados a cada rato, la vida sin preocupaciones pues. Ustedes son los propios para animarnos la fiesta. -Mira que no, uno se pega sus fiesticas suaves, sus entonaditas, la vida es pesada y el arriendo nos re...

Cuarto concurso de cuento corto: LEJOS DE MÍ

LEJOS DE MÍ Como psiquiatra he conocido muchas personas que por su fuerza de voluntad han logrado salir de sus crisis. Por mi consultorio han pasado personas que enfrentando sus problemas nunca tuvieron el apoyo de nadie, ni de sus familias ni de sus parejas, y aún así sobrepasaron todos los obstáculos para recuperar su vida. Con todos mis años de experiencia puedo decir que los medicamentos psiquiátricos y la psicoterapia son de gran apoyo para sobrellevar los padecimientos, pero sólo el tiempo y la voluntad ayudan a reconciliar el alma. Este no fue el caso de Samuel, un escritor fascinado con el drama psicológico y el suspenso que por muchos años vivió en Lima pero que nunca vio publicada ninguna de sus obras. Leí el caso de Samuel hace poco cuando me llegó un correo de un colega médico de la Universidad de Lima; no tenía nada más que el nombre del remitente. Me dediqué varias horas a leer con atención el caso de Samuel; en la web no encontré información relevan...

Cuarto concurso de cuento corto: EL MAL DE TODOS MIS MALES

EL MAL DE TODOS MIS MALES — ¡Basta! Quiero escuchar la tele— volví a gritarle. No entendía como no podía seguir una maldita orden, no es como si fuera difícil. No le estoy dando un estúpido sermón. Ella tiene cuatro malditos años y ya debería entender una orden sencilla. Volví mi atención al programa que estaba viendo, la bebe se me pego al pecho otra vez, parece que se había despegado de mi cuando me altere. El dolor de cabeza se volvía cada vez más fuerte, deseaba descansar por dos días enteros o de por vida, solo deseaba solo recostarme y hacer pereza todo el día. El trabajo de hoy estuvo pesado, demasiada gente fue al restaurante. — ¡Mamá, mamá ya hice popo! — el grito provenía del fondo del apartamento. Maldita sea, en qué momento se metió al baño esa niña. — ¡Ya voy! — me levanté lo más lento posible, le paso la bebé a mi hermana. — Tenémela un momento, necesito ir a limpiar a esa mocosa. Mientras le limpiaba el culo a la niña, me daba cuenta ...

Cuarto concurso de cuento corto: EL ARCOIRIS AL FINAL

EL ARCOIRIS AL FINAL El sonido de la lluvia me despertó otra vez. Viendo la lluvia caer, me encontré nuevamente pensando en ti; pensando en que nunca te pude confesar lo que siento. Aquellos días que tallados en mi mente están, se repiten una y otra vez sin cesar, y aunque pudiese volver al ayer creo que haría todo igual. A pesar de todo el dolor que deba soportar, por mi mente nunca pasa el quererte olvidar. Esto me ha llevado a formularme la misma pregunta una y otra vez: ¿por qué aferrarme a ti si esto me trae tristeza y dolor? Esa pregunta mucho tiempo careció de una respuesta, pero ahora lo sé, ya por fin lo entendí. Estoy vacío por dentro, un monstruo sin emociones ni corazón que trata de recorrer un falso camino de amor, alguien que trata de seguir el rastro de unos sentimientos creados por su imaginación y aunque la vida me enseñe un arcoíris yo siempre buscaré la oscuridad. Ahora sé, que un monstruo como yo, encuentra lo que busca al final de su ...

Cuarto concurso de cuento corto: CERES

CERES -Hija debes saber que en tu corazón encontrarás el valor que puedas necesitar para enfrentar los grandes retos que se aproximan. Estoy seguro que tú podrás con todo, pues tu nombre es realmente eso, un planeta enano rodeado de los grandes y para cosas grandes. Años después. (Houston, 2050) -¡Estudiar física cuántica es increíble! Exclamó mientras sacudía sus apuntes. Eran las diez de la noche y se dedicaba a estudiar como de costumbre hasta la madrugada, era amante de dormir de día pero en la noche sí que se dedicaba. Estudiante de física en una de las mejores universidades y con una reputación familiar en sus hombros ya que sus padres fueron reconocidos astrofísicos quienes colaboraron para importantes descubrimientos del universo trabajando en la Nasa. Son las siete de la mañana y Ceres sale disparada de su cama pues va tarde a clase. En clase no es de prestar mucha atención aún así, ni ella se explica cómo le va tan bien en los parciales, se...

Cuarto concurso de cuento corto: LA PUERTA EN EL LAGO

LA PUERTA EN EL LAGO En una cabaña retirada de la ciudad Yélupra, residen los Lashbrook. Leticia y Fernando son los padres de Oriana, Ariana y Cooper, el hijo menor. Él escribe mucho cerca del lago Lemán. Su padre quiere que continúe con el negocio familiar cultivando plantas medicinales y anhela que descubra curas de enfermedades. Cooper se siente presionado por el deseo de su padre. Una noche, mientras la familia Lashbrook cenaba, Fernando hizo entrega a Cooper de un libro sobre plantas medicinales diciendo: — Hijo mío, te entrego este libro depositando en ti la esperanza y futuro de esta familia. — ¡No tienes derecho a darme tan gran responsabilidad! — respondió Cooper. Se instauró un incómodo silencio que terminó con el azote de la puerta principal al Cooper marcharse. Era media noche y Cooper se había quedado meditando en el lago Lemán. Cuando decidió regresar a casa, vio un brillo en el lago. Una puerta con marco de metal y perilla de...

Cuarto concurso de cuento corto: La vejez de Alcander, el bravo.

La vejez de Alcander, el bravo. Era una mañana corriente en la que el viejo Alcander se despertaba gracias a la luz del sol que se filtraba por el techo de su casa. El negro Alcander era alto e imponente. Esto y su fiera personalidad le habían merecido el puesto de jefe de pescadores en el pueblo durante su juventud. Era sin duda una de las figuras legendarias de San Miguel. Cierta vez le gano un pulso a una familia de lagartos que lo habían rodeado cuando se disponía a volver de una fructífera sesión de pesca. Tal hecho lo hizo armado solo con el palo que usaba de remo y con un oxidado machete. Ahora con la cara arrugada y expresión decepcionada de alguien que ha espiado la grandeza, se dirigía a la cocina para desayunar una taza de café aguado y un trozo de pan. Al ver la olleta llena de café supuso que a su hijo, el otro habitante de la casa, se le había hecho tarde mientras se preparaba para ir a la petrolera. El hijo menor de Alcander era uno de los d...

Cuarto concurso de cuento corto: LA ESCENCIA DEL HUMANO

LA ESCENCIA DEL HUMANO Hace mucho tiempo atrás, el ser humano, era extraño, amorfo además de frágil ser el cual solo poseía sus extremidades y algunos sentidos, este ser era débil e impotente antes muchas eventualidades de su entorno, puesto que no tenía el intelecto o capacidades físicas para poder sobreponerse ante ninguno de estos …. este solía vagar por los confines del mundo, escondiéndose, temeroso e implorando ayuda, ya que todo le sobre pasaba Al ver estas circunstancias y las constantes plegarias del humano, una divinidad se fijó en el pobre ser, decidiendo así descender hasta donde se encontraba …. Una vez en la tierra, para poder auxiliar a la criatura, se presentó ante el humano, y este temeroso solo pudo arrodillarse ante la divinidad y suplicar por su vida. La divinidad entonces lo miro y sin mediar palabra, le otorgo dones al ser humano, ahora este podía ver su entorno, sentirlo además tuvo conciencia de su propio ser, ahora era un ser inteligente con esto...

Cuarto concurso de cuento corto: El guerrero escarlata

El guerrero escarlata Esta es una de las muchas historias de Frederick De Gudhoul, más conocido como el guerrero escarlata. Durante muchos años Frederick libró batallas imposibles, peleó contra miles de enemigos para defender la soberanía de Gudhoul, una de las cinco naciones del oeste. Considerado un monstro por las personas que lo veían luchar, Frederick centraba su ataque en la fuerza y la velocidad para despedazar a sus enemigos, aquellos que lograron sobrevivir ante él, no volvieron a disfrutar de la tranquilidad, gracias a él, Gudhoul resurgió como una de las naciones más poderosas del mundo. La batalla del claro de Nastelief es sin duda su batalla más difícil, con un total de 1500 hombres en el ejército de Gudhoul y contra un ejército de 200000 hombres de la nación de Maralef, la batalla parecía perdida, el claro era lo único que separaba a Maralef de Gudhoul y el último lugar en donde el ejército de Gudhoul podía defenderse, los hombres de Maralef construyeron...

Cuarto concurso de cuento corto: La enfermera

La enfermera Era un día con mucho calor como de costumbre, el novio de mi tía, Don Julio, estaba enfermo, habíamos llamado a una clínica para que acudieran y lo atendieran lo más rápido posible, quince minutos más tarde tocaron la puerta, fui corriendo a abrirla, la ambulancia había llegado y con ella la enfermera también. No sé qué tenía la enfermera, era una joven de aproximadamente 28 años pero sentía que algo en ella me era familiar. Sin embargo, no sabía de dónde o tal vez solo estaba alucinando. Lo que ocurrió enseguida fue que pasaron corriendo al cuarto de don Julio. Él era un hombre de 58 años, de baja estatura. A simple vista parecía un amargado pero en el fondo de su corazón era muy buena persona y desde que empecé a vivir con ellos le había cogido un gran aprecio pues a pesar de su carácter se había portado como un padre para mí, cosa que yo no tenía, me aconsejaba, me regalaba cosas y me incluía en las reuniones con su familia. Me atrevería a decir qu...