EL
ARCOIRIS AL FINAL
El
sonido de la lluvia me despertó otra vez. Viendo la lluvia caer, me
encontré nuevamente pensando en ti; pensando en que nunca te pude
confesar lo que siento. Aquellos días que tallados en mi mente
están, se repiten una y otra vez sin cesar, y aunque pudiese volver
al ayer creo que haría todo igual. A pesar de todo el dolor que deba
soportar, por mi mente nunca pasa el quererte olvidar.
Esto
me ha llevado a formularme la misma pregunta una y otra vez: ¿por
qué aferrarme a ti si esto me trae tristeza y dolor?
Esa
pregunta mucho tiempo careció de una respuesta, pero ahora lo sé,
ya por fin lo entendí. Estoy vacío por dentro, un monstruo sin
emociones ni corazón que trata de recorrer un falso camino de amor,
alguien que trata de seguir el rastro de unos sentimientos creados
por su imaginación y aunque la vida me enseñe un arcoíris yo
siempre buscaré la oscuridad.
Ahora
sé, que un monstruo como yo, encuentra lo que busca al final de su
vida, mientras ésta se escapa entre respiro y respiro. En ese
instante se da cuenta de que aún sin un corazón y sin poder sentir
o experimentar lo que es verdaderamente el amor, hay a quienes logró
comprender y con quienes pudo empatizar. Ahí, en el final de la
línea una sonrisa surge en su rostro, porque al fin decidió seguir
el arcoíris que la vida le enseñó.
Mientras
escribo esto sonrío. Sonrío porque descubrí lo que soy. Sonrío
porque a pesar de que no pudiste darme esos sentimientos que tanto
deseé, estuviste ahí para brindar momentos que no olvidaré, que
por siempre atesoraré. Sonrío porque la lluvia, al igual que el
dolor comienzan a cesar y en su lugar un hermoso arcoíris surgirá y
entonces, será mi momento para recorrer aquel camino que la vida me
ha querido enseñar...
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