Ir al contenido principal

Tercer Concurso de Cuento Corto: El último ruiseñor





El último ruiseñor

Cuando se despertó no entendía que había ocurrido. Una hermosa mañana, estaba cazando insectos en el bosque, preocupado por sus amigos de cacería que hace mucho no veía, cuando fue en pos de un enjambre de moscas y luego todo lo que vio fue oscuridad.

Escuchaba ruidos extraños y molestos, unas líneas verticales, que no tenían la calidez de la madera, le impedían salir y el suelo bajo sus patas era seco y muy duro. Cuando abría sus alas e intentaba volar, chocaba con las líneas haciéndose daño. Había unos seres feroces que se le acercaban lenta y torpemente, su mirada codiciosa lo molestaba pues no había amor en aquellos ojos.

La tristeza se apoderó de su corazón, no volvió a comer ni a beber, y sobre todo, dejó de cantar. Entendió que él era solo un instrumento más en la banda sonora del bosque, en aquel horrible lugar no escuchaba el viento ni el crujir de la madera, no sentía la vibración de la tierra ni de los grillos. Su mente solo lo traicionaba recordando aquellos días de libertad cuando volaba y bailaba con la brisa o jugaba en los riachuelos, cuando cantaba a voz de grito para el alba o descansaba en las ramas mas altas.

Su alma se tiñó de melancolía y desesperanza, soñando con el permiso de regresar a casa. Un amanecer despertó y se dio cuenta de que era libre de nuevo. Vi en aquella caja su cuerpo frio e inerte, pero ya no sentía tristeza. En el bosque escuchó la sutil melodía de la vida, entonada por la banda sonora completa, había regresado a su hogar.

Autor: Nayla

Comentarios

Entradas populares de este blog

Concurso Cuento corto: LA NEGRA CARLOTA

LA NEGRA CARLOTA Ahí viene! La negra Carlota que se pasea por la plaza, los chicos se vuelven locos por su cintura y su cadera. Pero mira que no ven lo que lleva por dentro, se siente triste, absolutamente sola, denigrada y sin dignidad aluna. Por qué todos los días, tiene que salir a vender su cuerpo, para poder mantener a sus ocho hijos. MARIA CUENTO

VIII concurso del cuento corto, ¿NO SABES DE SEBAS?

 ¿ NO SABES DE SEBAS? Toda las comodidades posibles su familia le entregó, vistió bonito bajo la luna y fresco bajo el sol, no le gustaba la lluvia y se quejaba del calor; la primera su cabello despeinó, la segunda excesiva transpiración le brindó. Estudió, entrenó y trabajó, pero nada de eso le gustó. Sus parientes le enseñaron lo bueno y lo malo él escogió. Una amistad le presentó la calle y eso sí que le encantó. Conoció una amiga nueva y con ella se quedó, fue un cambio abismal; pasó de su casa a un callejón. La ese se agrandó, ahora se cree un dios, dejó de ver por ojos ajenos y de todo se adueñó. Venía de la nada, pero iba por todo. Las caricias de su madre jamás las aceptó, las de su abuela siempre las ignoró, y los consejos de sus tíos nunca los escuchó. Hasta los quince años de su casa no salió. Si un día quiso aquellos zapatos; mami se los compró Quería estar a la moda; papi lo vistió. Como la e, salió de noche sin saber para dónde fue, vistiendo de negro desde la cabe...

VIII Concurso del cuento corto, SANTA ELENA CITY

Dicen que estoy loco. Algunos se preguntan cómo terminé aquí, pescando en el caño de la galería Santa Elena. Yo les digo que no es ningún caño, que es un río, pero que ellos todavía no lo pueden ver. Se ríen de mí, tomándome como un caso perdido. Qué más da, sigo en lo mío, tratando de pescar alguna rata en este majestuoso río negro que se extiende por toda la ciudad. ¿Que cómo uno termina viviendo a la orilla de un caño, en medio de la basura y de los adictos? Eso es fácil de responder, toda la respuesta radica en que uno se aburre, se cansa, se fastidia de llevar una vida inalterable. Se cansa de las mañanas en las que te levantas y quieres seguir durmiendo, pero sabes que si sigues durmiendo al rato llegarán las llamadas de tu jefe para preguntarte no cómo estás, sino cuánto tardas en llegar. Un ser humano normal se fastidia del día a día, de la lucha por la supervivencia urbana, de los malos tratos entre nosotros mismos, de los horarios, de las metas que tienes por cumplir. Díganme...