Tercer Concurso de Cuento Corto: LA MEDIOCRIDAD




LA MEDIOCRIDAD

Por: Cordelan

Prefería la cama medio tendida, el arroz medio cocido y la casa medio barrida. Le asustaban los grandes logros, le abrumaba pulcritud. Era una predicadora de la mediocridad. Hacía lo justo para no morir y muy poco para vivir. Un día, mientras caminaba rumbo a casa, vio que un joven motociclista se dirigía a toda velocidad hacia ella y en vez de retirarse, se quedó ahí parada. Pensó: “Porque la vida no ha dado más y porque morir ahora es lo de menos, que pase lo que tenga que pasar”. A su pesar o a su fortuna, su mediocridad fue tal que no le alcanzó para morir; quedó postrada en una cama de hospital en estado vegetal, medio muerta y medio viva, como todo lo que hizo.                                                                       

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