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Tercer Concurso de Cuento Corto: Lila




Lila
Lilo tiene unos zapatos lila, del mismo color del lazo que adorna su cabeza. Es una niña morena de ojos cafés, que suele comer arequipe y cantar todo el tiempo.
Una mañana muy de mañana, Lilo salió a comprar unos dulces con unas monedas que le dio su abuela, Rosita. Mientras Lilo se dirigía al Palacio de los Dulces, una pequeña sombra se hacía a sus pies y Lilo se divertía jugando con ella. En su juego saltó, y en ese salto cerró los ojos… Cuando los volvió a abrir la sombra había desaparecido… La carita de Lilo se llenó de terror, la pequeña Lilo se quedó inmóvil ante la desaparición de su sombra… Siguió caminando hasta la tienda y esperando el regreso su sombra, pero ella jamás volvió a aparecer desde aquel día…
Lilo empezó a asistir a la escuela desde hace un par de años. Ahora está sentada en su pupitre. Se siente triste porque nadie quiere hablar con ella. Todos sus compañeros dicen que está embrujada, pues han visto con asombro que su cuerpo no produce sombra. Lilo sabe que no es su culpa. Estuvo varios años disculpándose con su sombra por, tal vez, haberla molestado, pero aun así ella no quiso regresar.
Lilo tiene unos zapatos lila, del mismo color del lazo que adorna su cabeza. Es una señorita morena de ojos cafés, que suele comer arequipe y solía cantar todo el tiempo.
La abuela de Lilo se encuentra muy enferma, dicen los médicos que está muy anciana y su cuerpo empieza a apagarse. Lilo le lleva la cena a su abuela Rosita a la habitación.
  • Bonita, bonita Lilo… Con el rostro triste, mi hermosa Lilo... – dice Rosita.
  • Dime Nana – responde Lilo con la mirada apagada pero llena de amor.
  • Quiero volver a ver tu sonrisa, la que llevabas cuando eras pequeña – dice Rosita con melancolía en su voz.
  • La has visto abuela – contesta Lilo con cara de angustia.
  • ¿Todo ese escándalo por una sombra? Si supieran… - dice Rosita con mal humor.
  • Para las personas, eso es grave. Soy un fenómeno – contesta Lilo con resignación. – ¿Si supieran qué Nana? – pregunta con curiosidad.
  • Cuando dejes de preocuparte por la tal sombra lo sabrás… - dice Rosita. Toma su cena y se acuesta a dormir en total silencio.
A las dos semanas la abuela de Lilo fallece…
Lilo tiene unos zapatos lila, del mismo color del lazo que adorna su cabeza. Es una mujer morena de ojos cafés, que solía comer arequipe y cantar todo el tiempo.
Lilo no habla con nadie, la gente del mercadillo sólo la atiende porque es una clienta. Ya han pasado 3 años desde la partida de su abuela partió y se ha sentido muy sola, tanto que le duele hasta los huesos su partida.
Es una mañana muy de mañana, Lilo se sienta bajo un árbol en el patio de su casa a leer el libro favorito de su Nana, nunca lo ha leído por sí misma, su Nana siempre le había leído fragmentos de él. En una de las páginas hay un lacito lila, idéntico al que Lilo usa para adornar su cabeza. Lilo se apresura a leer la página: “Tengo mi alma cautiva, que no se permite liberar de lo tangible. Quiero descubrir el modo de sacarla sin dañarla, para sentir el mar de sensaciones existentes fuera de este limitante cuerpo… Tal vez halle un modo de tener un alma con la capacidad de tener mi forma humana para que pueda morar en esta tierra de hombres, pero sin sombra para que todos sepan que puedo volar, vivir más allá de lo que lo demás pueden”.
KARMA

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