Habían pasado muchos días en los cuales el oso
hormiguero no había logrado encontrar colonias de hormigas, provocándole un
preocupante y temprano estado de desnutrición. Su extrema hambre, de hecho, lo
hizo alucinar extrañezas y por ratos caía inconsciente hasta que volvía a
entrar en sí para seguir buscando su alimento. Tras su primer desmayo, notó que
el bosque en el cual se había adentrado era cada vez más grande y denso, por lo
que temía no tener energías suficientes para huir de un depredador como el
feroz jaguar. Su caminata siguió con más sigilo y por momentos se sentía más
liviano que de costumbre, es más, vio sus patas muy delgadas y horrorizado notó
que le habían crecido dos más, aunque después de varios parpadeos supo que su cuerpo
estaba bien y normal. Después del segundo desmayo se asustó al no verse su
trompa, en cambio notó un par de antenas rojas y delgadas, así como unas
pequeñas mandíbulas en su boca que sobresalían ansiosas tratando de coger unas
preciosas hojas que, de un momento para otro, se le antojaron. Consciente de
que algo raro estaba sucediendo volvió a parpadear varias veces hasta que su
cuerpo regresó a la normalidad. Aún seguía muy débil y nada que encontraba
hormigas, ocasionándole una desesperación tan crónica que lo condujo a un
tercer desmayo.
Unos repentinos temblores de tierra, acompañados
por sonidos de fuertes pisadas, lo despertaron muy asustado y ahora sí, de
verdad, se espantó al encontrarse recostado en una hoja grandísima y cuando
apreció los árboles el quíntuple de gigantes. Volvió a sentirse ligero, a verse
las antenas, las mandíbulas, las seis patas delgadas y, ¡oh, sorpresa!, su cola
peluda había desaparecido y tenía un trasero enorme que le pesaba. El susto
desapareció al notar que a su lado estaban muchas hormigas, de su mismo tamaño,
huyendo rápidamente desesperadas hacia un cúmulo de tierra que se veía
enfrente. Feliz por haber encontrado a sus presas, se abalanzó sobre ellas para
comer, pero un viento fuerte y repentino la retuvo y, posteriormente, se sintió
absorbido hacia lo que fue su destino final: una larga trompa de un descomunal
oso hormiguero.
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen nuestra Biblioteca ¡Gracias por Visitarnos!