Desde
antiguas generaciones se ha dejado el legado de la fabricación de las mejores
tortas en mi familia. Las tortas son tradicionales para nosotros. Se dice que
la primera versión del pastel de chocolate tiene una historia muy triste, pues
la receta la inventó mi tatarabuela en honor a su amor imposible: Antonio. Él
era un hombre guapo. Mi tatarabuela no dudó en caer ante tales corpulentos
hombros; cabello rizado; ojos marrones, lugar donde mi tatarabuela se quería
quedar por siempre y por supuesto, su piel oscura que contrastaba perfectamente
con el rosa de sus labios. Era un amor correspondido que desdichadamente no se
pudo consumar debido al matrimonio arreglado que le impusieron a mi
tatarabuela. Como ella no podía parar de pensar en él decidió crear un recuerdo
y la mejor manera era haciendo lo que más le gustaba: amasar y decorar tortas.
Se dice que esta torta quedó deleitable debido algunos ingredientes secretos
que ella mezclaba, hablando de ingredientes se debe destacar el chocolate pues
es el componente principal de la sabrosa obra de arte y la fiel representación
del color de la piel de su amado. Pues así era él: dulce y de color. Se
lamentaba mucho que en aquellas épocas hubiera mucho racismo. No entendía
porqué la sociedad no aceptaba su amor como si al corazón le importan esos
detalles.
Mi
tatarabuela no era feliz con su esposo debido a que no sentía nada por él, sin
embargo tenía que comportarse como esposa, no había más remedio. De esa manera
nacieron cuatro hijas: Rosario, Eloisa, Rosa y Luisa a las cuales las crió con
todo el amor del mundo y les enseñó el arte de la repostería. Las cuatro
hermanas eran conocidas por hacer y vender las tortas de chocolate, estas se
vendían de una manera vertiginosa. Todo el mundo las contrataba a la hora de
reuniones familiares y fiestas. La gente se preguntaba qué es lo que echaban
para que quedaran deliciosas porque aunque había muchos pasteleros ninguno
preparaba las tortas como las hermanas Barrera.
El tiempo
pasaba y las hermanas se casaron. De la unión de Rosario y Matías nació Teresa,
mi abuela. Ella también nació dotada para hacer tortas y al igual que mi
tatarabuela tuvo una experiencia dolorosa la cual le ayudó a utilizar un
ingrediente más para mejorar la receta de la torta de chocolate. Mi abuela tuvo
un matrimonio feliz y cuatro hijas de recompensa. Todo era felicidad hasta que
un día lluvioso de elecciones junto con la guerra absurda entre liberales y
conservadores acabó con la vida de mi abuelo. Esta historia sangrienta inspiró
a mi abuela a echar mermelada de mora hecha por ella misma y otro ingrediente
secreto a la famosa torta de chocolate. La mermelada representaba toda la
sangre que se derramó. La mora le dio un sabor agridulce a la torta,
simbolizaba el amargo momento de la viudez y soledad. Esta nueva creación fue
un éxito total y se vendió de inmediato.
Así pues,
la torta de chocolate es más que un simple postre, contiene historias de toda
una generación de familia. Cuando le pregunté a mi abuela cuáles eran los
ingredientes secretos pensé que no me los iba a decir, por algo eran secretos.
Sin embargo, me respondió diciendo que cuando se habla de ingredientes secretos
se refieren a los sentimientos involucrados, me dijo que toda obra de arte nace
de los más puros sentimientos debido a que somos seres sensibles y tanto las
connotaciones positivas como negativas nos afectan. En el caso de la tatarabuela los ingredientes secretos que ella usó fueron los
suspiros y el anhelo de un amor que no pudo ser y en su caso usó los sentimientos
de dolor y tristeza tras la muerte de su esposo. Sentimientos opuestos que
crearon una delicia local. Me dijo que cuando encuentre al amor lo entendería y
según mi destino estaría obligada a agregar un nuevo ingrediente a la tan
placentera torta de chocolate.
-Alessandra D.-
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