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Mostrando entradas de septiembre, 2022

VI Concurso de Cuento Corto: Una segunda oportunidad

Llegué al bar a eso de las doce, con mucho sueño y las botas llenas de barro. En mi fuero interno creí haberme lavado bien las manos y las salpicaduras del rostro. Estaba equivocado, pude comprobarlo por cómo me miraron al entrar. Alrededor mío se hizo un silencio profundo, como el de los cañaduzales en la madrugada. Me senté en un rincón de la barra impregnado por un intenso hedor a orina seca. Un mesero de unos quince años, con apenas unos pelillos en la barba se acercó a mí. Sostenía una jarra de cerveza en sus manos temblorosas y mientras intentaba limpiarla con un trapo sucio y roto, me preguntó si quería beber algo. Sentí pena por él, el miedo es un sentimiento natural, a mí mismo, antes de hundir la pala en la tierra, me vacila el pulso. «Soy carnicero», le dije como si así pudiera convencerlo de mi inocencia. Ni si quiera un niño podría creer una mentira como esa, pero él sí y eso le ayudó a recuperar la tranquilidad. Por fin me miró a los ojos, eran negros y profundos, igual a...

VI Concurso de Cuento Corto: Por casualidad

  Para quien sea que se lo pregunte, escribo esto para desahogarme, no tengo otra justificación y eso basta mí ¿acaso soy el único sujeto en todo el planeta que se inventa un drama para hacer la vida un tanto más sencilla? La respuesta es obvia. Pertenezco a ese numeroso grupo de soñadores inmorales y no tengo ningún reparo en instrumentalizar cualquier situación o persona si eso contribuye a formalizar el mundo ideal donde paso la mayor parte del tiempo. No soy especial ni pretendo serlo, no estoy orgulloso de mi manera de actuar, lo considero un defecto y nunca me cansaré de combatirlo, utilizando todos los medios a mi alcance. Pero basta, de mí no quiero hablar, por los hechos seguramente serán capaces de deducir mis mayores secretos. Empezaré por el principio, como es debido. Para mala suerte suya y mía, conocí a Luciana un lunes a eso de las seis, cuando entraba al salón. La encontré junto a la ventana, casualmente, mientras me acercaba a la puerta tuve un intenso de...

VI Concurso de Cuento Corto: ABRAXAS

¿Cuándo fue la última vez usé el español? Quizá fue antes del encierro, unos 6 o 7 años atrás. Cuando intentaba de manera infructuosa relacionarme con otras personas, sentirme parte de algo otra vez. Luego solo hubo encierro, yo y mi cuarto de 5 mts2. Fui muy feliz, claro que lo fui. Miriam, mi madre, es todo el contacto que necesito con el mundo exterior. ¿Para que iba querer salir de mi cuarto si tengo todo lo necesario? Lo necesario y mis amados LPs. Tengo uno para cada ocasión, una salsa bestial que me recuerda a mi tía Ester y a los años en que fui feliz. Un guaguancó para mis ya fallecidos amigos melómanos. Y un bolero romántico para el amor de mamá y papá. diario la rutina en mi casa es exactamente la misma. Tres toques en la puerta me avisan que el desayuno está listo. Entonces corro de inmediato a refugiarme en mi cama. Miriam entra y sin mediar palabra deja el desayuno en el escritorio, sale con los platos de la cena del día anterior para evitar realizar el r...

VI Concurso de Cuento Corto: Panspermia

  Desde los tiempos antiguos se ha llevado a cabo una danza de magnitud celestial, donde los bailarines giran con un ritmo armónico alrededor del gran maestro, el ente más grande y viejo, que coordina los majestuosos movimientos y rotaciones de los artistas que ejecutan la danza del destino. Sin embargo, entre todos destacaban dos bailarinas madres que se encontraban privilegiadas de albergar dentro de ellas el milagro de la vida, aunque se diferenciaban entre sí, la primera llamada Num se caracterizaba por poseer una vibra muy oscura, fría y algo violenta con vastos almacenes de líquido preciado pero con una vida muy simple y débil, mientras que la otra madre llamada Huma era el ser más hermoso entre todos, con largos rastros de distintos tipos de vida que revestían todo su figura como un tejido multicolor, dando la ilusión de un vestido prístino que emanaba energías de paz y perseverancia. Aun así, las dos madres danzantes con características opuestas lograban m...

VI Concurso de Cuento Corto: Una mujer se ha perdido

  Para: Fille d’or. Soy un hombre demasiado triste fue lo único que acerté en mi confuso pensamiento, atravesado por variopintos aromas, tiernas miradas, y, tras un accidental fusilamiento, poco pude hacer. Ella, luego de aquella ejecución, sólo callaba, adusta, con su triste belleza me invitaba a morir. Se suponía que este sería un bello día compartido con la mujer que amo, el aroma a café danzando entre labio y labio, con su infante mirada, sus chistes de sala. Pero todo se oscureció con una frase, una sola frase, que, quizás para ella fue contingente, pero para mí, fue el disparo de gracia, el final del mundo, el temblor que derrocará mi imperio de amor. -Si bien recuerdas, esta escena representa el mismo patrón de aquella vez en que nos conocimos; hablamos primero sobre nuestro actual estado, poco después te conté sobre mi obsesión por los olores y tú me dijiste que pensar tanto te atormentaba-. Dijo serenamente. Poco pude comprender con esa evocación, pa...

VI Concurso de Cuento Corto: EL PINTOR

  Con una sillita y un lienzo, el pintor se sienta en una habitación, de ubicación desconocida para cualquier humano excepto para él. El pintor se fija que donde va a pintar ya está manchado, como si alguien le hubiera dado pincelazos, ve con desconfianza su color, no le gusta la tonalidad al pobre pintor, como un alma joven y rebelde; con su pincel, brocha y escobilla, empieza a rellenar los espacios en blanco, poco a poco que va rellenando el lienzo de color, se fija en el frígido color blanco que tiene la habitación, ya no solo le molesta que el color de los pincelazos esté en el lienzo, ahora le irita que su alrededor no sea colorido. Por cual tonalidad podría cambiar el esquicito y puro color blanco, era difícil decidir, el ambiguo azul, bello color de los mares o el picante rojo, color de furia y sangre, pero también de pasión y anhelo; es tan difícil decidir cuándo se trata de colores, más si estos conllevan emociones y acciones. Empezó a pintar sin cesar toda la habit...

VI Concurso de Cuento Corto: EL ESCRITOR

Hablamos de un personaje particular, un escritor como yo, que “alucinaba” pero por tener miles de sus cuentos como un tesoro literario, el Escritor harto de no poder superar su cuento que más orgullo le traía, quería crear una historia que fuera la más maravillosa, que cautivara a miles de personas, así que decidió salir a las calles de su ciudad natal, para andar un momento y encontrar historias de donde nunca pensó que podrían surgir, por su camino se encontró a doña Patricia, una mujer fraternal y que a él le recordaba a doña araña maraña, un personaje que nunca creyó que fuera bueno, tanto en actitud como en ideales, ya que ella siempre reclamaba a sus crías por actuar de una forma demencial, pero que siempre este personaje tenía mucho amor para dar, hasta que hablo un rato con ella, la mujer tenía una historia melancólica, de cómo un hijo sufrió una grave enfermedad y no pudo volverlo a ver, aunque ella estaba segura de que él la recordaba. Se quedó pensando un momento, su pe...

VI Concurso de Cuento Corto: NUBES DURAS

En el avión, Guillermo procura mostrarse sereno. Juega con el vasito plástico vacío y medita si es conveniente pedir café por tercera y última vez como previendo la emergencia diurética por la que tendría que molestar a su compañera de fila cada cinco minutos para ir al baño. De reojo mira a la mujer dormir con despreocupación. Observa sus párpados flojos y por ratos convulsos que dejan entrever la esclerótica y la envidia por la calma con la que está a tantos metros en el aire. Pero no son realmente los nervios de volar por primera vez lo que intenta ocultar Guillermo. No logra recordar con claridad la voz de su hijo y teme que ya se parezca a la suya después de los años de separación. Tiene claro que las cartas mensuales de Martín eran meros formalismos, mensajes genéricos. Guillermo nunca respondió a una sola de sus misivas. La última vez que estuvo cerca de su hijo fue estrangulándolo. Martín era un joven flaco y por eso la ropa de mujer ya le quedaba bastante holgada antes de ...

VI Concurso de Cuento Corto:. PROVIDENCIA

Si bien es poco probable, un hombre vive de criar gallinas como lo hizo su padre antes que él. Tiene temporadas buenas, de nevera llena, abono a deudas y días de descanso. Aunque pocas, tiene también temporadas malas de soportar hambre, de gallinas que no ponen lo suficiente y de préstamos para pagar otros préstamos. En momentos de adversidades su padre le resaltó la importancia de no vender las gallinas. En esta ocasión le corresponde sentir hambre hasta la alborada y, sin deshonrar lo aprendido de su padre, prepara una ollada de sancocho con dos de las aves más viejas. Las demás gallinas comprenden el motivo de la ausencia de sus compañeras y reanudan la puesta precisa para que todas sobrevivan a la siguiente venta de huevos. Lastimosamente, la memoria de los seres alados es penosa y nuevamente incumplen con la cuota necesaria. La venta es mísera y las gallinas pasan la noche en vigilia con temor al despunte del día. En secreto, cuchichean sobre las otras gallinas con quienes n...

VI Concurso de Cuento Corto: Lo blanco

Claude soñaba con sentarse a mirar al cielo y poder analizar las nubes, pero en aquella habitación no podía hacerlo. Su única compañía era El viejo detrás de la rejilla de la puerta, al cual veía cuando le pasaba la comida y al que podía hacerle una pregunta al día. En ese cuarto solo tenía su guitarra, algunos libros y las ilustraciones de paisajes que adornaban las frías paredes que le rodeaban. El recuerdo más antiguo que tenía era del día en el que el viejo le paso la guitarra. Esa habitación era lo único que conocía. Desde siempre, lo que más le causaba curiosidad del exterior era la naturaleza del cielo y de las nubes. “ Algo que flota encima de nosotros, un mar infinito y etéreo, ¿hay un concepto más bello? ” se decía a sí mismo. Componía canciones sobre la belleza de los cielos, trataba de poder escucharlo, y soñaba con el azul deteriorado que reflejaba en sus posters. Su curiosidad aumentaba cada vez que le preguntaba al viejo, pues sus respuestas eran más bien confusas. “ ...

VI Concurso de Cuento Corto: No lo dejes caer!

   — ¡Te digo que lo tomes del otro lado y no lo dejes caer, huevón! —dice el hombre mientras sostiene el majestuoso objeto y se persigna. — Oíme Pablo, ¿Vos no creés que el curita notará la falta del santo y los diezmos que hemos sacado? Recordá que este dinerito hace parte de la ayuda que aporta la parroquia a los niños, ¡Qué el divino niño Jesús nos perdone de esta! — ¡Déjate de vainas y ayúdame más bien!— responde con voz alterada. Los dos hombres con el agua bendita en el cuello, los rezos dichos y cargando el santo. Presienten un fervoroso fuego, un espeso líquido que escurre y se esparce bajo sus pies. Cruzan miradas incrédulas de una sospecha incierta. — ¿¡No me digas hombre te cagaste!?— — ¡No, Pablo! — Sino no es tuya ¿Entonces de quién es? — Disculpen caballeros es mía, no tenía presente que la resurrección me tomara de esta manera.

VI Concurso de Cuento Corto: Los mundos dentro de mundos

  Mientras moría en su cuarto descubrió una sorprendente verdad: No sólo habitamos en objetos, los objetos nos habitan. Lo descubrió rodeado de su puerta. Esos olvidados seres que crean y aíslan universos, los protegen y los ocultan, nos esconden y nos desnudan; un sólo mover hacia delante o hacia atrás puede ser catastrófico o afortunado. «¡Qué gran vigilante es mi puerta! —gritaba ardientemente él, pues así hallaría paz— Es ella la piedra angular que divide mi mundo y el de aquellas figuras grises. Ella es mi mundo entre los mundos. Ella es la manifestación dialéctica entre el adentro y el afuera». Bajo este alumbramiento sus objetos develaron su verdadera forma. Su biblioteca destruye y encarcela al infinito. Quizás, por ello los grandes hombres y mujeres lo llaman el universo. Ahí está ese libro, mesa de disección y laberinto, que apresa imaginarios monstruos desde el inicio de los tiempos forjados por la fantasía de los hombres y mujeres. Apresa y apresará, pues está inc...

VI Concurso de Cuento Corto: La epifanía de la pelota rosada

  Cada vez me hundía más en mi realidad distópica, al punto que ni siquiera me fijé aquel día en el hombre al otro lado del parque observándome. Recuerdo que mientras me enredaba en pensamientos, sonó el celular con la alarma sacándome del trance en el que me había sumergido, era hora de volver al trabajo y estaba a punto de irme cuando un objeto al fondo del parque capto mi atención: una pelota rosada. De repente, me visualice de niño corriendo por el parque junto a mi padre con una pelota que él me había regalado, y al lanzarla siempre me gritaba: atrápala porque es ahora o nunca, como si la vida sólo diera una oportunidad para escoger y actuar. La última vez que lo vi, su cuerpo ya no era material, sino cenizas dentro de una urna funeraria mientras mi madre me daba la mano y me decía que era cuestión de tiempo para que lo superara, sin derramar una lágrima en su rostro. Empecé a caminar hacia mi trabajo cuando algo tocó mi pierna, miré, y allí estaba la pelota rosa...

VI Concurso de Cuento Corto: La trampa del espejo

Alice era una niña muy alegre, extrovertida, segura de sí misma, se creía capaz de vencer al mundo con solo una sonrisa, le encantaba como su cabello afro se movía con el viento y como el roció de la mañana humedecía sus mejillas mientras elevaba su mirada hacia el cielo donde pequeños rayos de sol la acariciaba a la par con el viento. Alice amaba su cuerpo, le gustaba ver como el reflejo de la luz de la luna pintaba su hermosa silueta en los campos verdes de su pequeño hogar. Le encantaba correr cada mañana hasta el borde de una montaña donde las olas del mar y las nubes del cielo parecían estar más cerca de ella, todo era tan perfecto, tan perfecto como ella. Pero un día, en una de sus tan largas caminatas por aquella montaña vio como los árboles empezaron a convertirse en espejos, pero no como el espejo que veía en casa era un espejo diferente, el solo verlo provocaba que toda su piel se erizara, como si el aire tratara de escaparse de ella misma. La agonía trató de inva...

VI Concurso de Cuento Corto: PARONIRIA

  Intentaba correr, pero mis piernas se hundían en la alfombra de mi cuarto, se sentía tan espesa como el fango en un bosque, pude darme la vuelta como si alguien me lo permitiera, mire hacia el armario que poco a poco abría sus puertas intentando enseñarme algo, fue entonces cuando la vi, era la muñeca que había ganado en la feria, ahí estaba mirándome fijamente con esos ojos brillantes, no podía moverme y mi respiración cada vez se notaba más lenta, solo podía pedir que alguien entrara a mi cuarto y me despertara de esa pesadilla, pero ahora ya no me encuentro en mi cuarto estoy en un oscuro lugar nublado, no sé cuánto tiempo ha pasado y aun me pregunto cuando voy a despertar de esta pesadilla. Y fue así como todo empezó. Nery fue la primera alma en ser corrompida por las pesadillas, ahora se encuentra vagando por las profundas aguas del interminable pozo de la desesperación en busca de su memoria y así intentar recordar lo que no sabe, hallar lo que nunca perdió y recobr...