VI Concurso de Cuento Corto: No lo dejes caer!

 



 — ¡Te digo que lo tomes del otro lado y no lo dejes caer, huevón! —dice el hombre mientras sostiene el majestuoso objeto y se persigna.


Oíme Pablo, ¿Vos no creés que el curita notará la falta del santo y los diezmos que hemos sacado? Recordá que este dinerito hace parte de la ayuda que aporta la parroquia a los niños, ¡Qué el divino niño Jesús nos perdone de esta!


¡Déjate de vainas y ayúdame más bien!— responde con voz alterada.


Los dos hombres con el agua bendita en el cuello, los rezos dichos y cargando el santo. Presienten un fervoroso fuego, un espeso líquido que escurre y se esparce bajo sus pies. Cruzan miradas incrédulas de una sospecha incierta.


¿¡No me digas hombre te cagaste!?—


¡No, Pablo!


Sino no es tuya ¿Entonces de quién es?


Disculpen caballeros es mía, no tenía presente que la resurrección me tomara de esta manera.



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