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VI Concurso de Cuento Corto: Panspermia

 


Desde los tiempos antiguos se ha llevado a cabo una danza de magnitud celestial, donde los bailarines giran con un ritmo armónico alrededor del gran maestro, el ente más grande y viejo, que coordina los majestuosos movimientos y rotaciones de los artistas que ejecutan la danza del destino.


Sin embargo, entre todos destacaban dos bailarinas madres que se encontraban privilegiadas de albergar dentro de ellas el milagro de la vida, aunque se diferenciaban entre sí, la primera llamada Num se caracterizaba por poseer una vibra muy oscura, fría y algo violenta con vastos almacenes de líquido preciado pero con una vida muy simple y débil, mientras que la otra madre llamada Huma era el ser más hermoso entre todos, con largos rastros de distintos tipos de vida que revestían todo su figura como un tejido multicolor, dando la ilusión de un vestido prístino que emanaba energías de paz y perseverancia.


Aun así, las dos madres danzantes con características opuestas lograban mantener un vínculo único digno de admiración y celebración, pero ante los ojos de los demás bailarines e incluso del gran maestro, solo se percibía odio con un toque de envidia, ya que se establecía como abominación el amor existente entre dos madres, una opaca y agonizante, y otra que encarnaba en todo su esplendor la belleza contenida en la vida.


En respuesta a la repulsión que experimentaba el gran maestro al contemplar dicha unión desagradable, este decidió con su exorbitante poder el manipular la dinámica de la danza con el fin de destrozar a la bailarina que consideraba como la representación del fracaso de la vida, la pobre Num, así que el gran maestro ejerció su dominio sobre los movimientos magníficos de los participantes para que se chocaran bruscamente con la bailarina oscura y apagada, no obstante, sorpresivamente su amada Huma presagió el ataque y se destinó con su especial balanceo armonioso hacia su compañera Num, protegiéndola de las elaboradas agresiones.


Sin embargo, en algunas situaciones el odio adquiere la gloria en ciertas batallas, resultando en la destrucción parcial de la madre danzante Num y en una lesión en la bellísima Huma que defendió a su querida con todas sus fuerzas, pero el universo es impredecible con sus planes y le otorgó a la herida Num un regalo extraordinario, una de sus partes desprendidas por la destrucción se transformó en un ser de peculiar belleza que danzaba alrededor de Num tiernamente con su cuerpo pequeño de tono grisáceo que fascinó hasta el gran maestro, concediendo parte de su brillo a la entidad adorable.


El tiempo pasó y más hipnotizada se encontraba Num con su nueva amistad que se la pasaba girando y traveseando con el líquido que componía la figura de Num, afectando positivamente en el humor de esta, produciendo cambios en su vitalidad interna donde prosperaban diversas formas de vida fuertes y sublimes, alterando así la estética de la madre Num que trascendió de un ser opaco y frío a uno cálido con extensos parches verdes haciendo juego con el azul proveniente de los amplios océanos. Tristemente, la bailarina Huma se sentía ignorada por su amante que dedicaba toda su atención al pequeño ente juguetón, por lo que afligida Huma comenzó un viaje para alejarse de su estimada, que a su vez la lesión causada cuando amparó a su compañera empezó a generar estragos en su existencia, marchitándose rápidamente toda la riqueza viviente, desapareciendo así el espléndido vestido colorido que cubría su figura que ahora se reemplazaba por la adquisición de una tonalidad rojiza desértica y fantasmal.


Para el momento en que Num se percató de la ausencia de su eterna amada Huma ya la muerte había conquistado la mayoría del ser que alguna vez fue el más hermoso entre todos y que por un acto de amor fue capaz de sacrificarse. Impotencia y arrepentimiento corría por las aguas de Num que presenciaba a distancia la extinción de su apreciada Huma que con su último aliento envió su única chispa de vida para que así su amada albergara el recuerdo de su existencia, llamándose este tipo de vida como la unión de los nombres de la pareja de madres danzantes, dando origen así a la especie Humanum.



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