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VI Concurso de Cuento Corto: La caricatura


A la niña Juliana le gusta mucho una serie animada que presentan en su canal favorito. Todos los días la pone durante las vacaciones. A las 10 de la mañana después de bañarse, se sienta ahí frente al televisor en toalla y queda embelesada por la pantalla hasta que va su mamá o voy yo a peinarla y se despierta de ese trance. La serie trata de un grupo de amigos que hacen misiones como si fueran agentes, pero en realidad son cosas normales, de todos los días, pero ir a comprar un pan se convierte para ellos en una aventura. La niña Juliana tiene una amiga de su misma edad, la niña Sara que tiene 8 años y se mudó hace poco al barrio.


Un día la niña Juliana me preguntó algo raro: “Cecilia, ¿Por qué a los hombres se les marca algo adelante, sobre los pantalones?”. Yo me quedé lela porque no sabía qué responder, entonces dije que a veces guardaban cosas allí. Yo no iba a responder semejante pregunta, iba a ser su madre la que, a su manera, le dijera de qué se trataba. Noté que mi respuesta fue suficiente y a la mañana siguiente seguía como siempre pegada a su programa favorito, pero con una lupa en la mano. Le pregunté que para qué era y ahí mismito me dijo que era para mirar lo que guardaba Max debajo de su pantalón. Yo volví y quedé lela, le dije que estaba bien, que ya le llevaba el desayuno. Cuando se lo llevé, la niña Juliana estaba pegada del televisor con la lupa revisando cada parte de Max, en especial entre las piernas. Le dije que cuidado quedaba ciega por estar tan cerca, ella se asustó como si la hubiera descubierto haciendo algo malo, tomó su desayuno y se fue para el cuarto.


La niña más tarde dijo cuando estábamos en el comedor, que la profesora les había contado que los niños nacían por la vagina, pero que antes por allí se depositaba la semilla que venía del hombre. Ambas quedamos sin qué decir, pero la mamá le dijo a la niña Juliana que más tarde después de la merienda, le contaría cómo funcionaba. En ese momento la niña dijo que yo le había comentado que si a los hombres se les marcaba era porque allí guardaban algo y que ella no le encontró nada a Max, su mamá respondió que lo que conté era verdad, pero había algo más que ella debía saber, que ya lo habían hablado y que era lo mismo que se le veía a papá cuando se bañaba, pero cambiaba de tamaño. Yo me puse roja y casi me exploto de la risa cuando llegue a la cocina porque la respuesta de la niña Juliana fue que entonces Max tenía eso muy grande.


La niña Juliana estaba muy inquieta por expandir su curiosidad. Al otro día al desayuno me dijo que ya la mamá le había explicado cómo era todo y que yo no mentía, pero que no le quise decir lo otro. También me dijo que quería un novio como Max, porque era al único que eso si se le notaba y es importante porque eso lo hacía hombre, sino sería una niña, entonces dijo que estaba enamorada de Max, así que prendió la televisión y se puso a ver su programa mientras se peinaba, con una sonrisa de oreja a oreja hacia la pantalla.



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