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VII Concurso del cuento corto, CHILES LUGAR DEL CIELO

 


Había una vez en las lejanías del sur nariñense, por allá donde si no andas con ruda te pega mal viento que a la altura de 4.698 msnm, un gigante mira el gran ejército de guardianes que habitan a sus pies, llamados Frailejones, hermosos por sus largadas y peludas hojas que se asemejan a una esponja de algodón, frutos de la Pachamama que por muchos años de cuidado y preservación son fuente de vida para los Chilenses, herederos de los sitios sagrados como de las riquezas naturales que el gigante de piedra dador de su nombre Chiles y de la Pachamama que provee de alimentos a sus hijos encargados de preservar y engrandecer aún más la herencia que por años han entregado a sus abuelos y que de generación en generación el legado ha prevalecido; al tomar de entre sus manos un sorbito de agua helada fuente de vida de la laguna el Colorado, los purifica para poder tener armonía y ser empáticos con las especies de su alrededor: la vaca peluda con cuernos, el cuy bayo o negro de ojos rojos, el conejo saltarín que come barrabas. Cada Chilense es feliz con la vida que lleva, aunque en ocasiones el gigante de piedra se enfurece y ruge fuertemente haciendo que todos tiriten de un sacudón, tales acontecimientos han hecho que los herederos viajen cada año hasta los pies de este gigante que rodeados por los guardianes ofrecen ceremonias para calmar su ira; donde el humo del incienso de puras plantas verdes se junta con la inmensa sábana blanca llamada neblina que va recorriendo toda la tierra sagrada y purifica a cada ser abriendo camino en su vida y aun cuando digan todos: achichay, se acurrucan en la ruana que tejida con lana de oveja los ayuda a mantenerse calentitos por largos periodos de tiempo así como tomarse una copita de hervido entre comuneros para después echarse en la fría y húmeda paja a comer quesito con papas para más tarde volver a sus ranchitos donde alrededor de la tulpa con el fuego incandescente, la familia se reúne y comparte el día a día. Con esto la palabra fluye y yace en los corazones de cada Chilense que siguen hasta hoy preservando la tradición ancestral. Nampuram Pastuker. 


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