VII Concurso del cuento corto, TODO POR ELLA TODO POR ÉL


Al borde del precipicio… ella estaba por lanzarse, él la detuvo con los ojitos llenos de  lágrimas y le dijo:

–Si mueres yo no tengo ninguna otra razón para seguir aquí.

Le dio un fuerte beso y él se lanzó primero al vacío. Ella estupefacta ante lo que acababa de  presenciar dio tres pasos hacia atrás, se quedó en silencio reflexionando. Después de 4  largos minutos se acomodó el cabello, dio un leve suspiro, y musitó para ella, para el  recuerdo de aquel hombre que había acabado de saltar y para el frío viento que le soplaba el  rostro:

–Está bien. Todo aquel que no tenga un buen motivo para vivir…, debería morir.  Dio un último vistazo, se dio vuelta, y caminando se marchó del lugar. 


 

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