VII Concurso del cuento corto, LA VOZ DE LA ABUELA Y EL AVIÓN

 


Recuerdo como si fuera ayer, aquel día en que la voz de la abuela salvó mi vida. 

Era un día despejado, el cielo estaba completamente azul y yo iba por encima de las nubes, hasta  que un avión enemigo me tomó por desapercibida y empezó a dispararme; como aviadora experta había pasado por muchas situaciones similares pero puedo decir que ésta fue una de las aventuras más difíciles de cumplir, el Alcón Negro en ese momento se convirtió en mi archienemigo, de forma estratégica para poder tomar ventaja, bajé de altura y me intenté ocultar entre las nubes, estaban tan densas que casi no podía ver nada. Entre la desesperación de intentar ocultarme, escuché una voz que me llamaba por mi nombre, “Lina”, decía la voz suave y melodiosa, por un momento me pregunté si había muerto, pero la volví a escuchar y esta vez dijo “Lina, sal de la máquina de coser que necesito trabajar”.


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