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Quinto Concurso de Cuento Corto: Estimado(a) estudiante.


Nathalie.

 

No sé dónde vivo, no sé si es ciudad, pueblo, corregimiento, caserío, no sé. Sé que vivo. ¿cómo lo sé? Porque todavía me enojo, me parece que mientras una pueda enojarse es que sigue vida. Hoy me enojé, la boca se me secó, la fiebre me subió desde las manos hasta el pecho y me puse a temblar sin poder articular palabra, con la mirada fija en la pantalla.


 

“estimada (o) estudiante”, las formalidades me aturden, parece que, si dices las cosas más disparatadas de manera formal, el otro se las cree y lo que es peor, te respeta. Re leo esas palabras y solo logro enojarme más, me informan que como vivo no sé dónde, tendré que pagar el recibo que otros que viven en el centro de no sé dónde no tendrán que pagar, dejan también claro de forma muy “cordial” que la universidad ha hecho todo lo posible por facilitar la vida de la comunidad estudiantil. ¿Dónde será que vivo?


 

Acá donde vivo hay internet, gracias a eso puedo ver a los profesores desde una pantalla, hablan sobre lo que hablan siempre: el sujeto desde Freud hasta Lacan, las estrategias para la investigación en campo, la injusticia de aquí y de allá. Ellos hablan igual, pero yo los oigo diferente, antes estábamos juntos antes yo los veía y sabía que eran ellos, ahora no los veo, es decir los veo, pero no sé si son ellos. ¿Dónde será que viven los profesores? Sera que están en el centro de no sé dónde, o será que ellos tampoco saben dónde viven… “estimada (o) estudiante” que palabras más engañosas, se me están volviendo a poner las manos calientes, la garganta seca y la panza vacía. ¿Quién será esa (o) que envía los mensajes? ¿Dónde será que vive? ¿Será que vive? Ellie dice que tengo que acostumbrarme, que a mi edad se espera que actúe como una adulta, que tengo que zamparme el “estimada (o) estudiante” y contestar ese correo de mierda con educación, Ellie sabe que soy una flor de lodo, no sé cómo me pide que conteste.


 

Aun así, he reunido la energía para poner la silla frente al computador, evitar el “estimada (o) estudiante” y contestar



Saludos cordiales, (y un putazo)


 

Me dirijo a ustedes (¿o usted? quien sabe quién será) con el propósito de solicitar una extensión del plazo para pagar el recibo que tan amablemente han generado para mí, (¡mierda! Me arden las manos) ya que no puedo pagar dentro de las fechas que han establecido de manera tan atenta. (no, no eso no lo puedo escribir, ¿ser cordial y ser lambón serán lo mismo?... he borrado el de “ manera tan atenta”) supuse que la exención del pago cobijaría a todos los estudiantes, pero me he enterado que solo es para aquellos que viven en el centro de no sé dónde y cómo yo no sé dónde vivo ni se si es centro de algún lado, pues tengo que pagar, además se me ha dicho que debo pagar con recargo ( ya no aguanto la sequedad en la boca, estoy tragando polvo) sin embargo lo que más extraño me parece es su solicitud pidiéndome que le explique porque requiero una extensión en el plazo, juzgaría que personas que escriben “ estimada (o) estudiante” tendrían el sentido común para suponer que no tengo dinero, pero no es así por lo visto. Lo cierto es que a mí no me ha afectado el tan mencionado estado de “crisis sanitaria” otra de sus muy formales expresiones, yo no tenía dinero desde mucho antes, estaba más alegre sí, pero igual de hambrienta que ahora, menos cansada sí, pero con los mismos problemas para conciliar el sueño. Entonces como le venía diciendo no tengo plata, quizás tampoco la tenga para cuando me den el plazo, pero quién sabe, ¿no? A lo mejor al igual que en otros semestres, “la plata resulta” una de mis no tan formales expresiones.



Con el fin de no desperdiciar del todo mi tiempo, le hare una pregunta que a mí si mi intriga mucho y a la que quizás usted pueda contestar ¿Sabe usted donde vivo?



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